Varios estados en México están desarrollando clústers con ayuda de los gobiernos locales y trabajo en conjunto entre el sector público y privado, como lo describe el reciente reporte de Southern Connection, “Innovation Clusters in Mexico and the Bridge to Silicon Valley,” realizado por el US-Mexico Foundation, the Bay Area Council Economic Institute, la Fundación Idea y Endeavor. Como resultado de la reforma de mediados de la década del 2000, el sector de las telecomunicaciones fue introducido a la competencia, lo cual sentó las bases para una economía digital en crecimiento. Hoy en día, gran parte del capital monetario se está desplazando hacia los estados y ciudades — como Tijuana, Juárez, Monterrey, Ciudad de México, Guadalajara, Mérida (Yucatán) y el Bajío — con políticas que apoyan el desarrollo tecnológico, el emprendimiento, y la innovación.
En Baja California ciudades como Tijuana, Ensenada y Mexicali aprovechan su cercanía con el Estado de California, específicamente la ciudad de San Diego. El comercio de Cali-Baja es uno de los más activos del mundo, con 90 mil pasajeros cruzando entre Tijuana y San Diego todos los días. Debido a su gran cercanía con los Estados Unidos, Tijuana es el centro de la economía transfronteriza de la región de Cali-Baja, lo cual conecta a la ciudad de manera única con California y el mercado americano en general. Principalmente, Tijuana es fuerte en industrias como la aeroespacial, equipamiento médico, biotecnología, y automotriz.
El segundo clúster que sigue creciendo se encuentra entre el estado de Texas, específicamente la ciudad de El Paso, y Ciudad Juárez que comprende más de 300 empresas maquiladoras con más de 300,000 empleados. Unas 70 empresas del listado de Fortune 500 operan en Juárez, en conjunto con varias Universidades de la ciudad. Adicionalmente, en Ciudad Juárez, así como en Tijuana, la economía regional está integrada con la de Texas, lo cual presenta una oportunidad para desarrollar aún más estas economías binacionales entre México y Estados Unidos.
Otro clúster con fama mundial es el de Nueva León, Monterrey, región que tiene un PIB [JG2] per cápita 88% más alto que el resto de México y el segundo PIB per cápita más alto de América Latina. Monterrey es la capital industrial y de negocios de México por lo cual tiene una profunda integración con Estados Unidos, y sigue impulsando la investigación y desarrollo en temas tecnológicos como impresión 3D y big data. Lo anterior también ayudó a impulsar un sólido desarrollo universitario, particularmente en el reconocido TEC de Monterrey. En 2019 había 193,000 estudiantes en Monterrey, 82 mil de ellos estaban en programas de ingeniería, ciencia y tecnología.
Asimismo, Ciudad de México es el corazón de la política y economía nacional, por lo cual también representa un clúster importante. Es el hogar de muchas de las empresas más grandes de México, conecta la investigación científica y el talento académico a través de sus reconocidas universidades y es la sede de la mayoría de los fondos de riesgo de México. Además, el gobierno de la ciudad acelera la infraestructura digital y digitalización del servicio de la ciudad a través de la Agencia Digital para la Innovación Pública (ADIP).
Guadalajara, Jalisco es el corazón de la economía tecnológica de México. La ciudad es el hogar del 40% de las empresas de TI mexicanas, y cuenta con una notable presencia en Silicon Valley, incluyendo empresas como Oracle, HP e Intel. Adicionalmente, Guadalajara cuenta con gran capital humano con aproximadamente 442,000 estudiantes matriculados en educación superior de los cuales muchos se destacan en el área de tecnología, emprendimiento, e investigación. A largo plazo, el trabajo en equipo entre el gobierno, las universidades, y las empresas será vital para respaldar el crecimiento tecnológico y fomentar el actual ecosistema.
Por último, Mérida (Yucatán) y El Bajío, aunque sean clústers menos avanzados que las ciudades fronterizas, demuestran potencial. Mérida llama la atención por crecimiento, calidad de vida, atractivo para industrias creativas, y negocios favorables. Además, está impulsando TI con el objetivo de convertirse en un centro de servicios offshore para empresas estadounidenses. El Bajío es un centro de manufactura con prácticas favorables a los negocios.
A México todavía le queda camino por recorrer para convertirse en un centro de tecnología e innovación, y aunque su progreso es pequeño comparado con China o India, la tendencia es positiva. Principalmente en estos momentos donde el nearshoring es uno de los principales temas de agenda en Washington. Y la adversidad con China no hace mas que fortalecerlo y aumentar las oportunidades para México Centro América y el Caribe.