Los datos del reciente Censo 2020 muestran que el mayor crecimiento de Florida en la última década ha venido de los latinos y otras comunidades de color. Los latinos representan ahora más del 26,5% de la población del estado, en comparación con el Censo de 2010, donde representaron el 22,5%.
Sin embargo, la legislatura de Florida está a punto de aprobar nuevos mapas de redistribución electoral y voceros latinos aseguran que no existe una representación justa y equitativa a nivel estatal y federal durante la próxima década, ampliando así aún más las disparidades socioeconómicas que ya existen en el estado.
Según nota de Jacob Ogles –en el sitio web Florida Politics- Ryan Newman, el Consejero General del Gobernador, presentó su propia propuesta de mapa congresional de Florida el pasado domingo 16 de enero.
El borrador fue presentado después de que el Comité de Reasignación del Senado estadal entregara al pleno su propio plan sobre cómo dividir a la Florida en 28 distritos de Congreso.
El texto de Ogles agrega que los mapas legislativos para la Cámara y el Senado serán aprobados sin la participación del Gobernador; pero este tendrá la oportunidad de firmarlos o vetarlos.
Las voces latinas
Kira Romero-Crofts, Directora Ejecutiva para la Región Sureste de la Organización Sin Fines de Lucro Latino Justice, dice que en Florida se está fallando a los votantes, al no respetar a las proporciones latinas. “Tenemos un escaño más, el congresional 28, que está en el centro de Florida. El crecimiento de la población en la región es mayormente latino; sin embargo, se le asignará a población blanca”.
Añade que en el sur del estado se ha diluido en los mapas el hecho de que los latinos alcanzan incluso hasta 90%.
Por su parte Johanna López, miembro del Consejo Escolar del Condado de Orange, considera que “La falta de transparencia en la redistribución del estado de Florida, puede aumentar la brecha en la distribución de recursos”.
La Junta Escolar de Orange es la cuarta más grande del estado de Florida. La vocera adelanta que 3 de cada 4 estudiantes son latinos, 24% son negros, 5% asiáticos y 74% de ellos califican para alimentos gratuitos o con descuento.
Según ella, la comunidad latina se ha incrementado en un 10%. Son mayoría en los distritos escolares 2 y 3 de Orange, y siguen creciendo. La población de Puerto Rico ha aumentado significativamente en la parte central del estado, luego del huracán María.
La población de latinos votantes también se ha incrementado, entre otras causas porque muchos jóvenes cumplen la mayoría de edad.
“Pero no nos escuchan”, se queja. Señala que su voz está diluida entre las comunidades con quienes comparten, cuyas necesidades son distintas. Destaca como ejemplo, que muchos necesitan aprender inglés. Los inmigrantes e indocumentados también han sido impactados por el COVID en tasas superiores al promedio.
López subraya que esta redistribución tendrá consecuencias profundas, que durarán mucho. Explica que se dirigió una correspondencia a la legislatura de Florida, solicitando que la discusión se abra al público; pero no han recibido respuesta. “La tecnología lo permite”, remata.
Para ella, a veces la manera del estado para manejar las cosas difiere de las realidades a nivel local. Ejemplifica relatando que hace poco no pudieron obtener dinero para pagarle a los profesores. “El dinero existe a nivel del estado, pero se estaba destinando a nuevos profesores”, dejando por fuera en cuanto a aumentos de sueldo a los que ya existían. Agrega que algo similar ocurrió con recursos para las enfermeras durante la pandemia.
Destaca que colocaron el título de audiencias públicas a reuniones que no lo son, ni tampoco son transmitidas en forma alguna. “El resultado es silencio para comunidades en todo el estado”.
Sin embargo, descarta lo que califica como “el cinismo” de pensar que todo ha sido arreglado a puerta cerrada y prefiere seguir abogando por la participación y el aprendizaje de las comunidades.
Una opinión joven
Por su parte Cecilia González, joven activista de la comunidad del Condado de Osceola, considera que los procesos en su comunidad se dan a puerta cerrada.
Emigró desde Venezuela a los 18 años y vive en su comunidad desde hace 4. Allí hay 89% de latinos, pero ella considera que están excluidos de la toma de decisiones. “Debemos asegurarnos de que estos latinos tengan la posibilidad de ser elegidos y representados, no solamente por ser latinos, sino también por formar parte de la comunidad”.
Refiere el caso de un ciudadano que quiso hablar en español en una reunión del condado de Osceola. “El comisionado lo detuvo y le dijo que el inglés es el idioma oficial del estado, lo cual no es cierto. ¿Cómo puede pretender representarnos alguien que ni siquiera se molesta en aprender nuestro idioma? ¿Qué hacen para entendernos mejor?”
Y agrega: “No se ven como nosotros, no hablan como nosotros, no tienen nuestros mismos problemas”. Cree que no debe haber barreras como el idioma para ser representados. “Nosotros los pusimos en sus puestos y también los podemos sacar. Los inmigrantes queremos sentir que pertenecemos a una comunidad”.
Aclara que no aboga ni por un partido ni por otro. “Mi trabajo es asegurarme de que todos los votantes estén protegidos”. Finalmente, afirma que “Florida será una mayoría de minorías y hay que comprender eso”.
La iglesia se involucra
El Padre José Rodríguez, de la Iglesia Episcopal Jesús de Nazaret, ubicada en la ciudad de Oviedo, condado de Seminole, explica que “Tenemos un distrito partido en dos. Como líder de la comunidad estoy consciente de que estas líneas existen para dividirnos. No nos permiten servir a nuestras comunidades, y al dividirlas sus votos no valen, sus problemas empeoran”.
Ejemplifica exponiendo que, cuando el huracán María, aparecieron en Orlando muchas familias en un vecindario fracturado entre dos distritos. Afirma que esto hizo difícil ayudarlos durante aquel desastre federal. “El pedido de ayuda se trivializó”, lamenta.
Aclara que es un sacerdote y no ve esto de un modo político. “Están surgiendo nuevas mayorías, pero se están disolviendo con la redistribución”.
Se han aliado con organizaciones como “Juntos” o “Map Districts of Florida”, adelantando que la redistribución de distritos es algo en lo que trabajan conjuntamente.
Una palabra final
Romero-Crofts hace un llamado: “Pido que vayamos más lento. No se nos ha dado la oportunidad de dar nuestro testimonio. Esperamos que se escuche a las comunidades menos atendidas para que puedan elegir a sus representantes”.
Cecilia aconseja que, si uno quiere comunicarse con los votantes latinos, tiene que hacerlo en español, “en los medios que hablan igual que nosotros”. Y recalca que tener acceso a la información en este idioma para las elecciones es un derecho.
“Durante los comicios pasados se afirmó que algunos partidos no estaban poniéndole atención a los latinos y creo que eso es cierto. No incluyen en sus campañas el involucramiento con las comunidades latinas”, finaliza.