A propósito del recientemente celebrado Día del Trabajo, varios expertos alertan que el país necesita inmigrantes –desde el empaquetador de carne hasta los trabajadores de la construcción, pasando por profesionales y enfermeras- para mantener el ritmo de la economía post-pandémica, así como el crecimiento económico a largo plazo.
El debate público se centra en los 2 millones de cruces fronterizos estimados para el año fiscal, que no es lo mismo que 2 millones de personas; pero los economistas observan que un 10 a 15% de las ofertas de trabajo suelen emplear a inmigrantes y siguen vacantes.
Giovanni Peri, profesor de Economía de la Universidad de California en Davis, dice que ya en 2019 se intensificaron las restricciones de visa; pero luego el COVID desplomó a cero la cantidad de ingresos y el crecimiento al respecto.
El también investigador Asociado de la Oficina Nacional de Investigación Económica en Cambridge y director- fundador del Centro de Migración Global de la Universidad de California en Davis, agrega que, si se hubiera mantenido el ritmo de inmigración que se registró entre 2010 y 2019, hubiéramos tenido 1,7 millones de inmigrantes más, el equivalente a 1,1% de la fuerza de trabajo. 900 mil de ellos hubieran sido inmigrantes con educación universitaria, como médicos expertos.
Qué está sucediendo
Gregory Z. Chen, Director Senior de Relaciones Gubernamentales de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración, sentencia que “En los últimos siete años hemos visto grandes atrasos en los procesos migratorios en todo el país, en casi todas las categorías”.
Para él, “Los tiempos de procesamiento se duplicaron. Las categorías de negocios y familiares están atascadas, pero esto ocurre también en el campo médico, en muchos otros sectores”.
El especialista apunta que el problema no comenzó con la pandemia. “Hay un atraso de tres a cuatro años para que quienes piden asilo puedan llevar su caso en la corte. Se puede perder la oportunidad de presentar evidencia, o el acceso a un testigo. Eso hace todo más difícil”.
Chen afirma que los atrasos se deben a los controles adicionales implementados por la administración Trump, supuestamente para prevenir fraudes. “Esto hace que el sistema sea menos eficiente”.
Según él, el sistema no se está administrando bien y se encuentra casi en bancarrota. “Eso significa que la economía que depende de esos trabajadores también sufre atrasos”.
El procesamiento de permisos laborales también está en declive. “Los documentos del USCIS demuestran que el tiempo de procesamiento ha aumentado muchísimo, un 318% adicional en promedio. Es mucho más que el supuesto límite de 180 días”.
Julie Collins, directora del programa académico de perfusión cardiovascular en la Universidad Rush, advierte que “La inmigración es clave para ayudar con la escasez de enfermeras. Durante la pandemia trabajé en piso y vi lo agotadas que estaban. Unas cambiaron de profesión, otras se contagiaron y murieron”.
Detalla que estas profesionales están laborando muchas horas. “Antes había enfermeras para uno o dos pacientes, ahora cada una cuida a muchos y esto incrementa la posibilidad de cometer errores”.
Comenta que hay bonos para estas trabajadoras, por lo cual persiguen las mejores remuneraciones y dejan vacantes muchos puestos. “Llenar estas posiciones con inmigrantes no les quita trabajo a enfermeras estadounidenses, porque no hay suficientes. En los años 80 y 90 se trabajó en la pandemia del SIDA con enfermeras extranjeras”.
Qué solucionarían los inmigrantes
Peri cree que va a ser difícil recuperar a esos casi dos millones de inmigrantes que no vinieron. “Muchos de ellos se fueron a Canadá y otros más a Europa. Esto es una gran pérdida para Estados Unidos”.
Complementa afirmando que “también hubiéramos tenido 800 mil migrantes educados no universitarios, con experiencia en restaurantes, hospitalidad y atención de gente mayor”. Este grupo incluye también a cuidadores de niños.
Aclara que estos sectores tienen la incidencia más alta en escasez de mano de obra. “En estos momentos se están ofertando el 40% de los puestos de trabajo que ellos normalmente ocuparían y que se encuentran vacantes. Son cifras grandes”.
Según el vocero, también hubo un déficit de 400 mil estudiantes universitarios extranjeros por año entre 2020 y 2022, lo cual se traducirá en una escasez de aproximadamente 100 mil graduados universitarios de aquí a 2 o 3 años.
Para él esto se conecta con el crecimiento de precios, porque la disminución de la migración ocurre en tiempos cuando hay escasez de trabajadores. “Y hay escasez porque mucha gente de 50 años se jubila, incluyendo aquellos cuya situación laboral se complicó por COVID”, explica. Alerta que muchos van a seguir jubilándose en los próximos 10 años.
También detalla que numerosos ciudadanos estadounidenses cambiaron de empleo porque encontraron una oferta para laborar desde casa, o abandonaron ocupaciones sometidas a riesgos por otras más seguras. Este fue el fenómeno reciente que se conoció como “la gran renuncia”.
Jubilación, cambio de trabajo y disminución de inmigrantes han creado una gran escasez de trabajadores. “En julio de 2022 había 10 millones de vacantes. Antes del COVID teníamos 6 millones. Los migrantes han podido cubrir aproximadamente 50% de los puestos”, de acuerdo a Peri. “Si vienen menos migrantes esto va a empeorar, perdiéndose crecimiento y productividad”.
Las compañías tienen que aumentar los sueldos para poder contratar personal. “Esto hace que el trabajo sea más costoso”. Hay efectos en los precios porque suben los costos y no pueden expandirse.
“En labores duras como agricultura o construcción, con salarios no muy altos, no podemos esperar un incremento salarial de 50%. Probablemente algunos de estos puestos de trabajo desaparezcan o sean cubiertos por tecnología. Muchas familias tienen que atender a los mayores en sus casas, porque este servicio no es asequible”.
Inmigrantes en positivo
Entre finales de 2021 y principios de 2022, las cifras de entrada de inmigrantes comenzaron a crecer de nuevo, según Peri. Parte de la migración es para personas altamente educadas que contribuyen a la ciencia, al crecimiento económico y al valor de Estados Unidos. “Esto genera puestos de trabajo en otros sectores. Si este tipo de habilidades no existe, la economía va a tener un menor crecimiento”, aclara.
Otro beneficio de la migración es que quienes llegan tienen más hijos, lo cual compensa el hecho de que los estadounidenses cada vez procrean menos.
“Deberíamos poner más recursos en procesar visas, tarjetas verdes y otras operaciones atrasadas; además de introducir políticas nuevas, como visas motivadas por la economía para trabajadores que cubran los campos que tienen escasez. Pero eso requeriría acción legislativa y no creo que ocurra”, concluye.
Chen sugiere extender el tiempo del permiso laboral, lo cual haría que se generen menos solicitudes para los mismos y descongestionaría al sistema. Collins cree que “El proceso de la aprobación de visas debería ser más rápido”. Recomienda mantener la cantidad de visas H1-B para lidiar contra la escasez de personal capacitado en el sector salud. “Necesitamos que nuestros representantes gubernamentales apoyen estas propuestas”, finaliza.