Florencia Carini creó en 2009 Visceral, una marca innovadora y vanguardista que propone transformar lo desagradable en objeto de deseo. Comenzó vendiendo los zapatos en la playa con una amiga; el año pasado hizo furor en la Feria Puro Diseño, en Argentina, donde instaló, junto con su socio Nahuel Correa, un stand llamativo con zapatos colgados de ganchos, cámaras frigoríficas y hasta un toro mecánico.
“La gente no puede creer que sean de mondongo. Agarran el zapato, lo tocan, lo huelen”, dice Carini. “Lo que hacemos es jugar y crear un producto original, estético y sustentable: su confección no derrama químicos, es un proceso de curtido ecológico y artesanal”, explica.
Esta propuesta forma parte de la tendencia llamada “Moda sustentable”. En Argentina, cada vez son más los diseñadores y las empresas de indumentaria que apuestan a crear productos que cuiden el medio ambiente y desarrollen el comercio justo. Desde iniciativas que incorporan materiales biodegradables y trabajan con elementos no tóxicos, hasta prendas vintage recicladas.
Myriam Núñez, encargada del área de difusión de procesos creativos de la Escuela Argentina de Moda, explica: “El reciclaje se impuso como una moda a nivel internacional. Algunos países obligan a las marcas a tener un sector de moda ética y responsabilidad ecológica. En Argentina se están gestando cada vez más proyectos. En la Escuela promovemos que a los alumnos trabajen con ideas a favor del medio ambiente y que miren hacia el futuro”.
En este contexto, la marca Brother, bajo el lema “la ecología en la moda”, eligió a la Escuela Argentina de Moda para realizar un concurso de diseños éticos y sustentables. “La idea era fabricar una prenda reciclada en base a materiales en desuso”, cuenta Núñez. Una de las propuestas que surgieron fue la de hacer vestidos con cintas de cassettes. La idea fue del diseñador Lucas Fernández. El joven paseaba por el Mercado de las Pulgas cuando vio un pilón de cassettes rotos que nadie compraba. Así fue que se animó y transformó –a través de un proceso de termofusión- las cintas en fibras.
Después las tejió al crochet, generando una textura novedosa y seductora. “El público se queda sorprendido de que se puedan hacer cosas de este estilo. Ahora el diseñador está experimentando para mezclar las cintas de cassette con otras fibras y lograr un producto que pueda ser parte del mercado comercial”.
Otra propuesta es la de Modesta, una marca de bolsos reciclados que tuvo su lanzamiento en la Feria Puro Diseño 2012 y que en el 2013 obtuvo el premio en Diseño Sustentable. Los productos de Modesta son creados a partir de la reutilización de bolsitas plásticas. Las diseñadoras, Paula Ckroü y Emiliana Carricondo, cuentan: “Damos una solución creativa a la problemática de las bolsas de plástico, repensamos el concepto de desecho”.
Fuente: Perfil