Luego de que Bolivia fue readmitida en la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), el presidente Evo Morales anunció que destinará durante 2013 más de 2000 militares y policías a su campaña de erradicación de cultivos ilegales de coca.
La nueva campaña de combate al narcotráfico fue inaugurada en un cuartel de Chimoré, en la región cocalera del Chapare, feudo político y sindical de Morales, donde afirmó que Bolivia ha dado “pasos importantes en esta dura tarea, que es una tarea para defender la vida”.
Bolivia es el tercer productor mundial de coca y cocaína, tras Colombia y Perú, y el principal proveedor de esas drogas para los países vecinos del Cono Sur, según la ONU.
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