Sólo tres de cada 10 empresas en México reúne las condiciones ideales para trabajar, y las más deficientes son las oficinas del sector público, asegura la directora de mercadotecnia de la firma inmobiliaria Grupo Xtra, Liliana Silva.
“Hacinamiento, luz natural insuficiente, aire viciado, equipos obsoletos y escritorios no ergonómicos son las características que más aquejan a los trabajadores mexicanos”, detalla la directiva. Un análisis de la firma con datos de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios añade que el ruido es otro de los factores más dañinos, ya que perjudica a 70% de los trabajadores en el Distrito Federal.
Un trabajador con dolor de cabeza frecuente, mareo, irritación de las vías respiratorias, congestión, tos, piel seca, fatiga, así como dificultad para concentrarse tiene los síntomas característicos de laborar en un “edificio enfermo”, según se indica en el informe “Síndrome del Edificio Enfermo, aspectos de higiene industrial”, realizado en el Instituto Politécnico Nacional.
En los últimos años -indica el estudio del IPN- los científicos han encontrado que el aire en los edificios puede estar más contaminado que en el exterior. En algunos casos se compara con los riesgos sufridos por empleados laborando con químicos. La Organización Mundial de la Salud reporta que más del 30% de edificios nuevos y remodelados están sujetos a quejas relacionadas con la calidad del aire.
Los síntomas de una persona que resiente las características del edificio enfermo son los siguientes: a las pocas horas de empezar a trabajar se cansa y esto disminuye al dejar el edificio. Si hay dolor de cabeza es generalizado. La nariz se tapa o aparece flujo nasal.
Estos ejemplos son descritos en un informe sobre “Ergonomía Ocupacional” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). También se refiere que hay pocas pruebas objetivas para validar esos síntomas, por lo que existe escepticismo en la validez del diagnóstico del Síndrome de Edificio Enfermo (SEE).
Liliana Silva opina que la productividad del empleado sufre un impacto negativo con factores que son comunes de encontrar en muchas oficinas del país; por ejemplo, mala ventilación, ruido que supera los 70 decibeles (que impide la lectura) o cargas electromagnéticas de cableados viejos y sin mantenimiento.
Un estudio de Kimberly Clark reveló que 75% de los empleados se lavan las manos después de ir al baño, pero el 25% que no lo hace contamina objetos y áreas de uso común.
Un médico general por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Fernando Noriega, indica que las empresas deben trabajar campañas de higiene.
Fuente: CNN Expansión