Semana del Emprendedor 2013: sueños de pequeños y gigantes

“Zona de innovación. Favor proceder con grandes ideas”, se lee en la invitación al Ecosistema de Innovación de la Semana del Emprendedor, actividad que tuvo lugar en Ciudad de México del 6 al 10 de agosto 2013

El Centro Banamex, sede de esta serie de conferencias y exhibiciones empresariales, recibió la visita de hasta 12.000 emprendedores al día, brindando nuevos recursos a los creadores e impulsores de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyMEs) de todos los rincones de México.

IMG_2851Como se indica en la invitación: “Favor proceder con grandes ideas”, a diferencia de la Semana Nacional PyME, el evento antecesor que brindaba oportunidades a las PyMEs para vender sus productos y servicios, la Semana del Emprendedor innova en sí misma en cuanto a la redefinición de su objetivo.

Organizada por el Instituto Nacional del Emprendedor y la Secretaría de Economía, la actividad busca promover la productividad e innovación en México mediante siete ecosistemas (Cultura Financiera y Alto Impacto, Innovación, Sectores Estratégicos y Competitividad Regional, Campamento Emprendedor, Alianzas Globales, Red Mover a México, Empresa Digital, y México Digital) que generan un dinámico flujo de ideas tanto dentro de la estructura física del evento como en las mentes de sus portavoces.

Para Alicia Hernández, subdirectora de Eventos de la Secretaría de Economía, más que una movilización se trata de una “inquietud” que han sembrado las conferencias magistrales de la Semana, con la promesa de mover a México, a Latinoamérica y al mundo.

La presencia de las grandes empresas patrocinadoras del evento marcó el contenido de muchas de las conferencias. Los emisarios de gigantes como Google, Telmex, Visa y Fedex asistieron para abrir los secretos del éxito al público de emprendedores nacientes. Pero el evento cobró otro matiz que va más allá del colorido sueño de aspirar a crecer como estos ‘Goliat’, como los denomina Luis Arnal, fundador y presidente de Insitum.

El conferencista infundió un mensaje basado en hechos, estadísticas y vivencia propia, que coloca al individuo por encima de los titanes empresariales (que son los principales clientes de su empresa asesora en innovación) cuando se trata de innovar. Los ‘David’ innovadores pueden –y deben- transformar sus desventajas en armas y herramientas para romper los grandes paradigmas. Las máximas que empleó convirtieron la lección bíblica en un discurso motivador y en una atractiva analogía.

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Lo que es evidente es que la Semana del Emprendedor permite que David y Goliat se codeen, aprendiendo el uno del otro para subirse o mantenerse en la cresta de la innovación.

Si se trata de llegar a las grandes ligas de los productores e innovadores, de transformarse en un Goliat empresarial, la historia de los hermanos Iker y Guillermo Echeverría es el mejor ejemplo para motivar a quienes sueñan en grande. Los creadores del supercarro VUHL 05, estrenado por el presidente Enrique Peña Nieto en la inauguración de la Semana, lograron la meta que se propusieron: romper el molde de los autos deportivos y de carrera con un modelo innovador.

IMG_2366Ellos, dicen, no eran “los mejores en todo,” pero se convirtieron en aglomeradores de lo mejor. Con un presupuesto prácticamente inexistente materializaron un modelo construido con tecnología de punta de todo el mundo.  El ergonómico VUHL 05 es producto de un proceso de creación que se puede aplicar a cualquier proyecto, desde una silla hasta, como quedó demostrado, a un auto de carreras.

Para echar a andar una idea y llevarla hasta la meta, los Echeverría aseguran, hay que imponerse un riguroso mapa cronológico –para que los sueños no se queden en sueños- y aplicar ciertos conceptos clave para un empresario. Estos consejos incluyeron la Ley de Pareto (con 20% de los recursos –tiempo, dinero, capital humano- se logra el 80% del objetivo), ir sumando sobre la misma línea al concentrar esfuerzos en un solo proyecto y contratar siempre a “jugadores clase A”, los mejores de los mejores.

Pero el tip más valioso de los Echeverría se basa en una simple progresión geométrica – matemáticamente comprobable- aplicada al efecto dominó: una pieza de dominó puede tirar a otra 50% más grande que ésta. Es decir que, de acuerdo con esta progresión, un dominó puede terminar tumbando la torre de Pisa. Siguiendo este principio exponencial, ‘David’ puede abrir una primera puerta e ir avanzando hasta abrir la puerta grande por la que cabría un ‘Goliat’.

El motor de los Echeverría fue el decidido propósito de innovar, lo cual los impulsó a dar el primer, el segundo, el tercer y hasta el último paso. “No queremos ser el nuevo Lotus o Porsche. Queremos una casilla aparte”. Y la construyeron.

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La Semana del Emprendedor detonó en muchos “pilotos-David” las ganas de subirse a la mentalidad VUHL: crear sus propias casillas y abrir nuevos caminos, cada vez más amplios y profundos. Entre la micro a la macro idea/innovación/empresa hay sólo algunas puertas que hasta el más pequeño puede abrir.

Hasta el más pequeño puede abrir las puertas más grandes de la innovación.

Zoe Valery  | @IQLatino