En el espacio público de la capital de Colombia hay alrededor de un millón doscientos mil árboles y 400.000 en los predios privados. Pero para cumplir con los estándares de calidad de vida de la Organización Mundial de la Salud se necesita otro millón de árboles en Bogotá.
La ciudad tiene un árbol por cada 7 habitantes aunque el promedio es un árbol por cada tres habitantes. La localidad de Bosa, al sur del Distrito Capital, tiene un árbol por cada 26 habitantes, es la más afectada y no dispone de espacios para sembrar. Hay déficit de árboles en Ciudad Bolívar, Kennedy, Fontibón, Puente Aranda y Engativá.
La capital ya siente las consecuencias del cambio climático. La temporada de invierno es con fuertes lluvias que ocasionan desastres como deslizamientos, desborde de quebradas y pérdida de viviendas, luego viene un tiempo seco prolongado con aumento de temperatura, provocando incendios forestales y disminución de caudales.
La actividad humana de producción y consumo acelera día a día el fenómeno de calentamiento en la ciudad, como consecuencia de las emisiones de gases por el transporte, las fábricas de chimenea y el mal manejo de las basuras, principalmente.
El alcalde Gustavo Petro, cuya gestión ha sido cuestionada por la Procuraduría General de la Nación, ha dado prioridad al tema del cambio climático como determinante del modelo de ciudad, pero lo paradójico la suya es la gestión, entre las últimas cuatro, que menos árboles ha sembrado.
Los expertos concluyen que se pueden mitigar los efectos del cambio climático en las grandes ciudades con la siembra masiva de árboles.
Fuente: Reportaje original de Hermán Martínez publicado en ADN | @IQLatino