Kumbarikira, un video cantado en rap en español y en lengua kukama por niños y adolescentes de ese pueblo amazónico peruano, es un ejemplo de cómo las tecnologías de comunicación e información pueden ayudar a preservar las lenguas amenazadas.
A tres meses de su presentación en YouTube registra más de 115.000 visitas, mientras especialistas afirman que los nuevos desarrollos tecnológicos permiten preservar sonidos, imágenes, textos, descripciones de uso de las lenguas, registro de contenidos culturales, que contribuyen a salvar las lenguas amenazadas con extinguirse.
La trasliteración dice: Kumbarikira urupukira / tsa kumbari utsu ukaima / kurachi wiri tima tsa katupi / tsa kumbarikira urupukira.
Según la UNESCO es imposible calcular el número de lenguas extinguidas a lo largo de la historia, pero advierte que la mitad de los seis mil idiomas hablados actualmente en el mundo desaparecerá para fines del siglo.
La iniciativa Sorosoro brinda algunos ejemplos: en Brasil, en la época precolombina existían 1.200 idiomas. Hoy quedan 190, la mayor parte en extinción. En Uruguay, ningún idioma indígena sobrevive. En Estados Unidos desaparecieron 115 de los 280 idiomas hablados antes de la llegada europea al continente.
Melanesia en Oceanía, África y América ostentan el mayor número de lenguas amenazadas. México es el caso más dramático, pues según el Atlas Mundial de Lenguas en Peligro de la UNESCO, sus 143 lenguas están bajo diversos grados de amenaza, que van desde “estado vulnerable” hasta “situación crítica”.
En Sudamérica, Brasil (178 de 190 lenguas), Colombia (64 de 68) y Perú (57 de 62) son los países más amenazados lingüísticamente.
Gustavo Solís Fonseca, colaborador del Atlas, precisa que las lenguas desaparecen cuando dejan de ser instrumentos de comunicación de sociedades específicas, proceso que ocurre lentamente y obedece a muchas razones.
“Las lenguas están marcadas por los avatares de la sociedad respectiva. Si la sociedad es vital su lengua también lo es; pero si atraviesa dificultades que la desestructuran, se reflejará en falta de vitalidad de su lengua y su eventual desaparición”, explica.
“En términos técnicos, se requiere reconstruir el circuito de la trasmisión intergeneracional: que los adultos cumplan con el deber se enseñar su lengua a las nuevas generaciones y que estas la aprendan de sus mayores. Sin embargo, la preferencia por una determinada lengua es un hecho de conducta social. Hay que comprender este hecho para entender las razones para la transmisión”, añade.
“Cuando se pierde una lengua, no todo desaparece: quedan elementos culturales, conocimientos, saberes, incluso textos, gramática, léxicos especializados, palabras que han migrado a las lenguas que ahora hablan los hablantes primigenios”, aclara Solís, que también es especialista en lenguas amerindias del Instituto de Investigación Lingüística Aplicada de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Los kukamas habitan la Amazonía de Perú, Colombia y Brasil. Detrás del hoy exitoso video hay ocho años de intentos —a veces fallidos— por revalorizar su lengua. El proceso comenzó usando una tecnología tradicional: la radio.
“Cuando comenzamos el trabajo [de revaloración] nadie se reconocía como kukama, los más viejos se avergonzaban de hablar la lengua; empezamos a hacer concursos de valoración de escritura, cerámica y así nos fuimos descubriendo”, relata a Leopoldo Tello, nativo kukama-achuar, quien no sabía nada de su antepasados porque en la escuela nunca le hablaron de las culturas amazónicas.
Tello dirige Radio Ucamara, en Nauta, poblado en pleno corazón de la selva peruana, donde descubrió que por lo menos 500 pobladores hablan kukama. La radio transmite dos programas en esa lengua y mantiene una escuela al aire con una propuesta metodológica diferente a la tradicional.
“Paralelamente estamos rescatando temas de la sabiduría indígena y la cosmovisión de nuestro pueblo con cantos, narraciones, que recogen lo que ya existe en relatos que llevan un conocimiento implícito en su contenido”, explica.
Si bien la radio jugó un papel, reconoce el valor de internet. “Lo que ha pasado con el video es increíble. Ya hay niños [de otros pueblos] que imitan a los nuestros, que cantan kumbarikira, y eso es un tema de identidad indígena que no hubiera sido posible sin internet”, afirma.
Con el apoyo de Google Groups, este proyecto apoyado por la Universidad de Hawai en Manoa y el Instituto de Tecnología e Información sobre Lenguas (ILIT) de la Universidad Oriental de Michigan, ha elaborado un mapa de las lenguas amenazadas, con sus niveles de riesgo según la cantidad de hablantes y formas de uso. Los usuarios suben textos, videos, audios, mejores prácticas y estudios de caso para preservarlos, y pueden convertirse en moderadores.
Y en el atlas de la UNESCO se pueden combinar criterios de búsqueda o ver en detalle algún país o lugar en particular.
Fuente: SCI DEV NET | @IQLatino