A emprender se aprende

La Universidad de Mondragón, en el País Vasco, España, sustituye el aula de clases por la sede de las empresas y los exámenes por resultados de gestión

Tiene solo 20 años, pero hace ya dos que Matxalen Palacio creó su propia empresa —Jump In— con unos compañeros de clase. No lo hicieron por gusto, sino por obligación. Es el pilar fundamental del sistema educativo que rige la carrera de Liderazgo Emprendedor e Innovación (Leinn), impartida en la Universidad de Mondragón, en el País Vasco, España. “Aprender de la experiencia es el lema que mueve este modelo educativo”, explica la joven.

Por eso, el equipo de Palacio no va a un aula, va a la oficina. Tampoco recibe clases de profesores, tiene el apoyo de entrenadores; y no se enfrenta a exámenes, sino a cuentas de resultados y a la evaluación de sus propios colegas. “El objetivo es aprender a trabajar en equipo y diseñar productos y servicios reales que generen beneficios, lo mismo que hace cualquier trabajador en una compañía”. Y, sin duda, las empresas que nacen en el seno de la peculiar Facultad de Mondragon Team Academy (MTA) lo hacen con vocación global.

Después de pasar por Finlandia y Estados Unidos, y antes de viajar a India, la segunda generación de esta carrera se encuentra en Shanghái tratando de sacarle jugo a uno de los mercados más prometedores del planeta. Son 44 alumnos emprendedores distribuidos en cuatro empresas, como Jump In, que comparten dos entrenadores y que han puesto en marcha una decena de proyectos distintos. “Todos tienen un marcado carácter social, porque queremos que sean motor de cambio, que introduzcan valores éticos en el mundo de la empresa y planteen alternativas sostenibles que desemboquen en un nuevo sistema global”, apunta Iñigo Blanco, uno de los entrenadores.

El grupo de Palacio, por ejemplo, ha lanzado con éxito su primer taller de lenguaje visual en la capital económica de China, donde cada uno de los emprendedores chinos y expatriados que han participado ha pagado el equivalente a 28 dólares (25 euros). Así, los números de Jump In ya están en negro. Con ese capital, la empresa promociona ahora una nueva metodología de innovación abierta, que reúne a usuarios y especialistas para crear estudios de mercado con los que pretenden dar valor añadido a los productos de sus futuros clientes. Un proceso similar al que ha alumbrado las nuevas funciones del teléfono Samsung Galaxy S4.

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