Pilar Novoa, una mexicana de 65 años de edad, ante la falta de un pasatiempo y aprovechando su amor por tejer, creó su pequeña empresa para vender figuras de estambre, pero lo hace a través de Facebook.
Fueron sus nietos quienes le abrieron un perfil en la red social, un tanto en broma, pero ella aprendió a usar la herramienta digital para comerciar sus creaciones y se convirtió en uno de los adultos mayores que han encontrado en internet la solución al desempleo y el contacto con sus familiares.
Pilar y sus amigurumis es la página en Facebook, creada también por sus nietos, donde Novoa sube fotos de sus muñequitos tejidos de todos los tamaños y colores. Con más de 1.000 “Me Gusta” en la página, sus nietas, que son diseñadoras, han creado un logo para la marca.
“Loa abuelitos digitales tienen más de 60 años y al menos una cuenta en una red social, tienen un smartphone o una tablet y utilizan internet para reservar viajes, buscar información, revisar su correo electrónico, entretenerse o montar algún negocio”, dijo al diario Excélsior Melva Sangri, presidenta de mamadigital.mx, fundación que hoy da un curso con motivo del Día del Abuelo sobre tecnología para abuelitos, mismo en el que se inscribieron 97 adultos mayores, entre ellos un abuelito de 80 años.
Facebook no es la única plataforma tecnológica que usa Novoa. Ella se queja de que muchas veces sus nietas no contestan el teléfono, ante lo cual prefiere mandarles un WhatsApp desde su smartphone para reclamar que no la han visitado, aunque su perfil sí está lleno de publicaciones de sus nietas.
A pesar de que las personas de la tercera edad es el segmento que menos participación tiene en internet, la penetración de la red para ellos ha crecido en los últimos dos años. En 2011 9.45 % de los abuelitos en México usaban internet, mientras que para 2013 ya era el 14 %, de acuerdo con cifras de The Competitive Intelligence Unit (CIU).
“Tener un negocio en internet les permite a los abuelitos organizarse y no depender de otros proveedores, además de que no requiere de la formalidad que ya vivieron durante los años que trabajaron en una oficina”, apunta el vicepresidente de publicidad y marketing de la Asociación Mexicana de Internet (Amipci), Guillermo Perezbolde.
Para Javier Mendoza, de 65 años, el uso de las redes es distinto, pero también lleno de posibilidades. Él y su esposa Magda participan en el negocio familiar con sus hijos, la venta y promoción del mezcal artesanal, sin perder sus gustos adquiridos tiempo atrás, como leer el periódico impreso.
“Es común que los papás operen la tienda en línea de los negocios formados por sus hijos o nietos, pues tienen la facilidad de combinarlo con su rutina, aprovechar su experiencia y sin salir de casa”, agregó Pérezbolde.
Sin Piedad es la marca de mezcal por la que el matrimonio ha aprendido a utilizar las redes sociales y el mail para crear un grupo de negocios entre sus hijos y ellos.
Fuente: Excélsior