Alejandro Flores-Muñoz, el empresario protegido por DACA que hizo posible que los DREAMers de Denver obtuvieran licencias comerciales

Un beneficiario de DACA (Deferred Action for Childhood Arrivals por sus siglas en inglés) en Denver, Colorado, al oeste Estados Unidos se convirtió en el primero en obtener oficialmente una licencia para su negocio en esa ciudad, bajo ese estatus. Al hacerlo, facilitó el camino para los cerca de 17 mil DREAMers que como él viven en esa ciudad.

Este 18 de junio de la Corte Suprema bloqueó el plan del gobierno de Donald Trump de poner fin a DACA desde 2017, lo cual otorga un respiro a los casi 800 mil DREAMers de Estados Unidos que llegaron al país sin papeles cuando eran menores de edad,  porque el programa los protege de la deportación desde 201. El fallo encontró a Alejandro Flores-Muñoz con dos sucursales de Stokes Poké, una food truck y un kiosco de comida marina hawaiana de los que es copropietario en Denver. La comida se puede pedir también en línea, para envíos, si son pedidos grandes, o para recoger en uno de los dos locales.

Mark Antonation cuenta la historia de Flores-Muñoz en el periódico local Westword.

Flores-Muñoz llegó de México con sus padres cuando tenía siete años. Los tres entraron a Estados Unidos sin documentos. Como DREAMer, Flores-Muñoz ha sido, la mayor parte de su vida, un ciudadano sin papeles que acrediten su residencia legal en el país, pero pudo solicitar el estatus que ofrece el programa DACA desde 2012 y así evitar su deportación “a un país que apenas recuerda”, como escribe Antonation.

En 2019, cuando tenía 29 años, Flores-Muñoz pidió al ayuntamiento de Denver que aclarara las normas y requerimientos para otorgar licencias comerciales, porque eran “confusas y contradictorias”, reporta Antonation.

En su condición de beneficiario de DACA, en el carnet de identidad de Flores-Muñoz (su licencia de conducir) hay una franja negra que dice: “No válido como identificación federal, para votar, o para recibir beneficios públicos”. Por lo tanto, a Flores-Muñoz, continúa el artículo, le habían dicho que no podía usar su carnet de conducir como identificación para solicitar la licencia comercial en el Departamento de Impuestos Indirectos y Licencias de la ciudad, porque ese permiso “es considerado un beneficio público”, según el código federal 8 U.S. Code § 1621. Y, además, recuerda el reportero, la ley HB06-1023 del estado de Colorado de 2006 indica que las oficinas locales deben “verificar la presencia legal en Estados Unidos de cada persona de 18 años o más que solicite beneficios públicos, como dice la ley federal.”

Flores-Muñoz acudió entonces al ayuntamiento por primera vez en 2018 a preguntar por qué no podía solicitar una licencia comercial.

Jamie Torres, directora de la de la oficina de Asuntos de Inmigrantes y Refugiados de la ciudad, lo recuerda, entrevistada por Antonation. “Si las personas sienten que no podrán usar su licencia de conducir por esa franja negra, sienten que no tienen otras opciones”, dijo.

Pero sí tenían. El Departamento de Impuestos Indirectos y Licencias del ayuntamiento hizo la aclaración: esas oficina acepta la tarjeta DACA, el formulario I-766. que incluye una autorización de empleo, junto con una declaración jurada de presencia lega. Eric Escudero, el director de comunicación de ese departamento, lo confirmó al periodista de Westword.

La aclaración está reflejada en la página web de este departamento, en su sección de preguntas frecuentes: “¿Si tengo un estatus de DACA, ¿puedo solicitar una business license? Sí, uno de los documentos que se aceptan para probar el estatus legal es el formulario I-766”.

El ayuntamiento de Denver entonces realizó un acto público en el que Flores-Muñoz se convirtió, en 2019, en el primer DREAMer beneficiario de DACA en obtener una licencia comercial en esa ciudad y en el que también recibirían solicitudes de otros beneficiarios de DACA como él.

En la nota de Antonation que primero reseñó esta historia, Flores-Muñoz insistía en que los inmigrantes sin papeles que no gozan de la protección de DACA tienen todavía menos opciones. “Así que le gustaría que la obligatoriedad de la declaración jurada de la presencia legal se removiera y que se derogara la [ley de Colorado] HB06-1023”.

Flores-Muñoz es uno de los cerca de 150 mil DREAMers que viven en Colorado, reporta el periodista. Cuando estaba empleado en una organización no gubernamental, antes de convertirse en un empresario, debía pagar 495 dólares cada dos años para renovar su estatus de protección de DACA. Si no lo hacía, podía perder su empleo.

La decisión de la Corte Suprema de este 18 de junio encontró a Flores-Muñoz sin la cobertura de DACA, por el momento. El reporte dice que le expiró el plazo para su renovación, porque le llegó en un momento difícil en el que no tenía el dinero para pagarla, pero, al mismo tiempo, “su estatus como un propietario con licencia legal le da una cierta protección”.

La semana anterior al fallo de la Corte, Flores-Muñoz y su socio habían relanzado Stokes-Poké kiosco para comprar comida desde el vehículo, en la calle Morrison Road 5115 de Denver. En 2019 habían sumado un kiosco en la Calle Mall 16.

Alrededor de un 5% de los beneficiarios de DACA en Estados Unidos son empresarios o propietarios de pequeños negocios.

Alejandro Florez-Muñoz insiste en que el programa de DACA debería convertirse en algo permanente, que estabilice la situación legal de los DREAMers. “El Congreso debe armar una ley exhaustiva que incluya el avance hacia la nacionalidad”.

El periodista Jorge Cancino reporta para Univision Noticias que muchos DREAMers celebraron el fallo de la Corte Suprema, pero se activan de inmediato en mantener al día sus papeles y permisos, por temor a que Donald Trump intente otra acción para eliminar DACA, aunque confían en que al actual mandatario estadounidense le faltará tiempo para hacerlo.

Foto: Houston Public Media