América latina: ¿Un El Dorado empresarial para España y Europa?

Desde América latina también empiezan a llegar a la península inversores que buscan oportunidades en un país que está tocando fondo

Hace apenas una década América latina era un continente de crisis, quiebras financieras, y caídas abruptas del PIB. En 2002, Brasil se tambaleaba, Argentina se hundía en una recesión brutal, después de una quiebra igual monumental.

Pasaron los años, y las lecciones no llegan de esos años: la primera es que todas las crisis uno sale; la segunda es que lo que uno haga (o no haga) bien durante ellas y la salida posterior es crucial; la tercera que hoy en día no sólo muchos países de la región han dejado de ser sinónimos de riesgos sino que se han convertido en oportunidades y salvavidas para Europa y España en particular.

La región ya aporta más de la mitad de los ingresos de una multinacional como Telefónica.

Para muchas empresas españolas, que apostaron fuertemente por la región en décadas en las que se les consideraron como mínimo temerarias, América latina es hoy en día la región que más ingresos trae a sus cuentas de resultados. En 2012, la región ya aporta más de la mitad de los ingresos de una multinacional como Telefónica. Sobre todo la región se ha convertido en una fuente de financiación: así el banco Santander se puso a cotizar sus filiales latinoamericanas, primero en México en el 2009 (levantado 7 mil millones de dólares) y luego, en octubre del 2012, en Brasil (levantando 4 mil millones de dólares en el mercado. Lo mismo hicieron otras empresas como la constructora OHL, con ahora cotizaciones en México y en Brasil. Telefónica y BBVA están considerando cotizar parte de sus operaciones latinoamericanas – el primero ya cotiza su filial brasileña en la bolsa de Sao Paolo. Otras como Abengoa se fueron más al norte, entrando el Nasdaq de Nueva York, después de que lo hiciera también Grifolls.

Este movimiento no se limita a las multinacionales españolas ni al sector empresarial. Las multinacionales latino-americanas también multiplican las cotizaciones en otros países que sus sedes. Así, en 2012, la cementera mexicana Cemex cotizó su filial colombiana, una operación que le ha permitido levantar 1,1 mil millones de dólares. Empresas de capital riesgo españolas están abriendo oficinas o firmando alianzas estratégicas en Brasil, Chile y Colombia, en búsqueda también de capital y oportunidades. Mercapital, que ya hizo una operación en el continente, está ahora fusionando con N+1, uno de los objetivos es levantar un fondo de 500 millones de euros para invertir en empresas españolas que tengan proyectos de expansión en Latinoamérica. Axon Capital por su parte abrió una oficina en Colombia para invertir en startups locales. Por su parte Altamar, un gestor de fondos de fondos de private equity líder en Europa del Sur, con base en España, abrió oficina en Chile y se asoció con el broker local LarraínVial.

Para otras empresas españolas como Iberdrola, la presencia y apuesta por la región han sido el motivo de inversión de fondos soberanos como Qatar Holding (quién también apostó por el Santander, por los mismos motivos, su amplia presencia en América latina y en Brasil en Portugal). Lo mismo ha ocurrido con la petrolera Repsol que ha encontrado en la china Sinopec un aliado e inversor para sus operaciones en Brasil. Esta atractividad “latina” de las empresas europeas no se limita a las españolas: las inversiones chinas en Portugal en empresas como EDP por ejemplo (o de Angola) no se explican sino por la presencia latinoamericana también de las multinacionales lusas.

Desde América latina también empiezan a llegar a la península inversores que buscan oportunidades en un país que está tocando fondo, con activos empresariales muy atractivos. En noviembre del 2012, el banco brasileño BTG Pactual apareció en los titulares de la mano de OHL para ayudar a construir en Madrid un primer hotel de la cadena americana Four Seasons. Enrique Bañuelos, el empresario del ladrilllo español que se fue a las Américas (hacia Brasil), regresó ahora con inversiones en la tecnológica Amper, invirtiendo un total de 20 millones de euros y tomando algo más de 28% en la compañía.

No sólo las empresas españolas están moviendo fichas para cotizar en América latina y acceder así a más capital. Los propios españoles se están moviendo: en 2011, más de 200 000 españoles emigraron hacia América latina, siete veces más que en el año 2005. Algunos emprendedores de startups españolas se mudaron a Chile, atraídos por el programa Start Up Chile, que incentiva la instalación de emprendedores extranjeros en el País (a principios del 2013 Brasil lanzará también Start Up Brasil).

América latina también por su parte empieza a mover ficha, aprovechando la oportunidad que le brinda el imperativo de desapalancamiento de muchas empresas europeas. En 2011, 5 de las 10 principales operaciones de M&A en América latina han sido de la mano de multinacionales europeas que han tenido que vender sus activos. La holandesa ING tuvo así que deshacerse de sus activos regionales (fondos de pensiones en particular y negocios de seguro). Los compradores fueron los colombianos de Suramericana, convertidos así del día a la mañana en una de las mayores multilatinas. Esta operación ha sido la mayor hasta la fecha, con más de 3,6 mil millones de valor. Pero no es la única: en octubre del 2012, el grupo francés Carrefour ha puesto en venta sus negocios colombianos, una oportunidad que aprovechó la chilena Cencosud, comprando el conjunto por 2,6 mil millones de dólares.

El mundo se ha dado la vuelta y en lo financiero vemos ahora acontecimientos impensables hace unos años atrás. Así, algunos corporativos de la región consiguen costes de financiación por debajo de las españoles. Esto aplica incluso a las filiales de las multinacionales ibéricas: en noviembre del 2012, el banco Santander consiguió emitir un bono a 10 años por un monto de mil millones de dólares, muy por debajo del bono español a 10 años, algo inédito. No es de sorprender en esas condiciones que la italiana ENEL se lleve todas sus operaciones latinoamericanas de Madrid a Santiago de Chile y busque agruparlas allí para conseguir mejor acceso a capital y a menor coste.

La crisis en Europa está acelerando el rebalanceo del mundo hacia los emergentes. Para las multinacionales españolas, muy volcadas hacia América latina (y otros emergentes) esto también constituye una oportunidad. Así lo están entendiendo no sólo los más grandes del IBEX 35 sino también los Indra, Abengoa, Almirall o startups como Privalia y Odiego y muchas otras que se han puesto rumbo América latina.