Comer pizza con forma de cono (de helado), iluminar un espacio con LED a medida, hacer las compras en cinco minutos sin bajarse del auto, viralizar una marca a través de una pulsera y un tótem o comprar un hot dog en un camión al paso son todas acciones posibles gracias a que un grupo de emprendedores pensó en forma disruptiva y encontró un nicho de negocio donde otros pensaban que ya estaba todo inventado.
La materialización de estos emprendimientos se traduce en marcas como Cono Pizza, Ledscene, Wagon, Toteming y Hollywood Dogs, que surgieron de ideas propias o adaptaciones que los creadores hicieron a partir de lo que vieron en otros países. La noción de idea disruptiva es muy estudiada en las escuelas de negocios, donde se busca que una empresa rompa el molde de lo conocido, pero que además pueda regenerar esa innovación para perdurar en el tiempo.
La pizza es algo conocido por todos y se come casi en todas partes, pero sólo Fabián Sánchez vio que se podía comercializar en formato de cono. “Pensé en un mercado de 40 millones de consumidores, que podían probar mi producto de una manera diferente y con distintos sabores”, explica este empresario pyme. Además, su pizza se ofrece congelada y puesta de a seis en bandejas de aluminio que están listas para descongelar y servir. “Es una solución práctica para el ama de casa, que no necesita ni lavar los platos”, dice.
Leandro y Fernando Scapin también fueron innovadores, a partir de una tecnología existente: crearon una industria de desarrollo de luminarias LED, porque vieron que la mayoría importaba o ensamblaba materiales traídos de afuera. “Diseñamos nuestros propios productos y los fabricamos íntegramente aquí. Importamos solo el LED”, cuenta Fernando.
Comenzaron en 2006, luego de estudiar el mercado global, ver que era una tendencia que iba a llegar al país y concluir que la crisis energética local iba a hacer que aumentara la demanda. “Fabricamos la luminaria para distintas aplicaciones, como alumbrado público, ornamental, para grandes superficies, para centros de logística”, señala Leandro.
Wagon llevó su idea disruptiva a La Plata: inventó un sistema por el que se pueden hacer las compras desde el auto, dando vueltas alrededor de un contenedor/exhibidor abierto en los laterales. “Vimos una demanda insatisfecha de gente para la que era un trastorno hacer compras no planificadas de productos que no estaban agrupados en un solo lugar”, dice Matías Poggio, uno de sus dueños.
Junto con Santiago Bravo y Santiago Salgado, Poggio se propuso simplificar la vida a aquellos que armaban una reunión con amigos y debían salir a comprar ingredientes para la comida. “Pensamos reunir en un mismo lugar carbón, pan, hielo, leña, hamburguesas, pizzas, empanadas, bebidas alcohólicas y no alcohólicas, aperitivos, picadas -detalla-. Es mucho más cómodo hacerlo en cinco minutos desde el auto que recorrer un mercado.”
El conductor llega al lugar y empieza a hacer su pedido a un empleado que anota en un tablero electrónico y carga los artículos en un canasto. Mientras, avanza alrededor del contenedor y completa el pedido. Al llegar al final del recorrido, sólo le resta pagar y recibir la bolsa con toda su compra. “El promedio es de 90 segundos”, afirma Poggio. Su inversión inicial fue de pesos 500.000 y hay un movimiento de 6.500 clientes nuevos por mes, con un promedio de venta de 90 pesos.
La gente de Toteming une vivencias del mundo real con el universo digital, en tiempo real. ¿Cómo? Mediante un tótem desarrollado por ellos y colocado en un evento o un stand y a través de pulseras que colocan en los clientes y que, al pasarse por el tótem, viralizan lo que sucede en ese lugar en Facebook. “Es marketing digital”, indica Fernando Naya, uno de los socios fundadores, junto con Lara Dittmar, Gonzalo Ruffo y Agustín Thompson. Con una inversión inicial de 35.000 pesos, es un concepto único en América latina, que nació aquí en 2013.
Traer el auténtico hot dog californiano al país fue la idea que dio origen a Hollywood Dogs, un emprendimiento gastronómico que forma parte de lo que se conoce como Truck Foods, reparto de comida en camiones reformados especialmente.
“Arrancamos con un truck y ahora tenemos tres. Hubo dos rondas donde se recaudaron $ 700.000. Trabajamos en festivales de rock, por ejemplo. Un mes como el del Lolapalooza -un evento de rock que se realizó en abril- salen 3.000 perritos, pero en los meses bajos se venden 1.000”, destaca Alejo Pérez Zarlenga, uno de los dueños junto con Santiago Sabaté.
Elaboran la salchicha con una receta traída desde los Estados Unidos, con 100% carne vacuna y tripa natural de oveja. Además, hacen convenios temporales con locales comerciales que tienen capacidad ociosa. Meten el camión dentro del local y venden por el ventanal.
Fuente: La Nación | @IQLatino