Atlas: un robot humanoide para tareas riesgosas

La máquina de 150 kilogramos desarrollada por la Agencia de Investigación del Departamento de Defensa de Estados Unidos es capaz de encargarse de un reactor nuclear, taponar un vertido petrolero o ayudar a apagar un incendio

La última innovación de la Agencia de Investigación del Departamento de Defensa de Estados Unidos, DARPA, es un robot humanoide llamado Atlas que parece recién salido del decorado de la ultima película de ciencia ficción de Hollywood.

De hecho, Atlas está diseñado para acabar haciendo algunos de los trabajos más peligrosos y arriesgados que se puedan imaginar, como encargarse de un reactor nuclear durante una fusión, taponar un vertido de un pozo petrolífero en aguas profundas, o ayudar a apagar un incendio descontrolado. Y si Atlas demuestra ser un buen trabajador en este tipo de tareas, entonces algún día uno de sus descendientes podría hacer algo igual de importante: cuidar de los ancianos y enfermos.

Atlas se presentó el jueves pasado en Boston Dynamics, una empresa de Massachusetts (EE.UU.) que ya ha desarrollado una impresionante colección de bestias robóticas, algunas con financiación del Departamento de Defensa, incluyendo una mula de carga robótica sin cabeza llamada LS3, un robot que trepa por las paredes llamado RiSE, y una máquina de cuatro patas llamada Cheetah capaz de correr a casi 50 kilómetros por hora.

Igual que todas esas máquinas, Atlas tiene capacidades increíbles para una máquina con patas. El robot de 1,80 metros que pesa 150 kilos tiene potentes articulaciones hidráulicas que le permiten 28 grados de libertad no solo para portar objetos pesados, sino para adaptarse con una velocidad sorprendente a la pérdida del equilibrio. La cabeza del robot incluye un instrumento de láser pulsado llamado lidar que le proporciona un mapa detallado en 3D de su entorno. Y tiene dos pares de manos robóticas ligeramente distintas entre sí. En la actualidad el robot necesita engancharse mediante cables a un suministro de agua para enfriarse y a un voltaje de alta potencia, pero el objetivo es desarrollar una versión sin cables para 2014.

En el evento del jueves, Atlas llevó a cabo una gimnasia robótica diseñada para demostrar su flexibilidad, aunque con cierto ruido debido al temblequeante movimiento de sus músculos hidráulicos. Unos vídeos mostraron prototipos anteriores caminando sobre un terreno irregular y moviéndose despacio por estrechas cornisas.

“Es una máquina extraordinaria” afirma Seth Teller, profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts quien, junto con su compañero Russ Tedrake, dirige uno de los grupos seleccionado para recibir un Atlas. “Han hecho un trabajo fantástico con estas máquinas, ha sido un placer ver, tocar y usar el hardware”.

Al preguntársele qué clase de innovaciones podría inspirar Atlas más allá de las labores de emergencia, Teller afirmó que algún día los robots humanoides podrían trabajar en campos relacionados con el cuidado de la salud. “Ya sé que este robot parece grande y que pesa 150 kilos, pero el principal uso para las máquinas de este tipo va a ser la atención sanitaria doméstica y hospitalaria”, afirmó.

Fuente: Texto original de Will Knight, publicado en MIT Technology Review (Traducido por Lía Moya)