Avanza el camino hacia la paz en Colombia

Mientras cinco congresistas colombianos viajan a La Habana para buscar un acercamiento entre la guerrilla y el Congreso colombiano, los diálogos de paz parecen avanzar a contrapelo de lo que indican las encuestas de opinión

Contrario al pesimismo que recogen las encuestas de opinión en Colombia, parece que los avances de las conversaciones de paz en La Habana entre representantes del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia parecen ir viento en popa.

Así lo certifica la periodista Maria Jimena Duzán, enviaba especial de la revista Semana, en una nota publicada este domingo. “El Iván Márquez (líder de las conversaciones por parte de las FARC) que yo me encontré en La Habana no me habló como el guerrero que vimos en Noruega sino como un político. Y hay que reconocer, así nos cueste, que las FARC que están negociando en La Habana han empezado a entender que a la luz del derecho internacional ningún proceso de paz puede salir airoso si no se hace pensando en las víctimas”.

En concreto, Márquez afirma a Semana que se han “construido dos o más cuartillas de acuerdos” con el gobierno y la guerrilla ha expresado su intención de buscar los cuerpos de soldados y policías que han muerto en enfrentamientos.

El diario El Tiempo informa sobre el viaje de congresistas a la capital cubana con el fin de entablar conversaciones con los voceros guerrilleros para la búsqueda de un escenario en el propio Congreso de la República donde los irregulares puedan ejercer algún tipo de vocería política.

La propia Casa de Nariño dio su autorización este sábado cuando el presidente Santos se reunió con el presidente del Senado, Roy Barreras, para autorizar el viaje de la comitiva.

“La delegación sostendrá reuniones durante dos días en La Habana con el fin de dar a conocer sus preocupaciones alrededor de las víctimas del conflicto y en general para dar su visión sobre este proceso para la terminación del conflicto”, afirmó el Gobierno.

Este punto de la vocería política es muy controversial por cuanto la presencia de guerrilleros en el Congreso de Colombia no es bien vista por algunos sectores influyentes de ese país, entre ellos el Uribismo.

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