El presidente interino de Venezuela, y presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó lo dijo el 12 de febrero: la ayuda humanitaria pasará la frontera desde Colombia a Venezuela el 23 de febrero, “sí o sí”. El cómo de la sentencia de Guaidó, el #síosí que ya es una etiqueta en las redes, se descubrirá ese día.
Guaidó estará en Cúcuta. Se unirá a la caravana que sale este jueves con los voluntarios y 77 diputados Los cargamentos siguen llegando a la ciudad fronteriza. Hay más de 600,000 voluntarios registrados en la página Voluntarios por Venezuela.
El puente de Las Tienditas sigue bloqueado del lado venezolano por órdenes del gobierno de Maduro, que también cerró, por tiempo indefinido, el espacio aéreo y marítimo con Aruba, Curaçao y Bonaire y, a última hora, la frontera con Brasil. A estos países también han llegado cargamentos con ayuda.
Estos son los puntos que resumen la antesala del 23 de febrero:
Los destinatarios
Siguiendo la definición de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), un grupo de ONGs venezolanas declararon en un informe de diciembre 2018 que en el país existe una Emergencia Humanitaria Compleja. La FAO lo traduce como “una crisis humanitaria grave que suele ser el resultado de una combinación de inestabilidad política, conflictos y violencia, desigualdades sociales y una pobreza subyacente”. Y añade: “Las emergencias complejas son fundamentalmente de carácter político y pueden hacer mella en la estabilidad cultural, civil, política y económica de las sociedades, sobre todo cuando se ven agravadas por peligros naturales y enfermedades como el virus de la inmunodeficiencia humana y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/SIDA), los cuales menoscaban los medios de vida y acentúan la pobreza”.
De entrar a Venezuela, los primeros lotes de la ayuda –suplementos nutricionales, medicamentos y material médico quirúrgico, productos de aseo personal– irán destinados a 300,000 personas en riesgo “de vida o muerte y que requieren atención por riesgo nutricional o por acompañamiento médico”, dijo Miguel Pizarro, encargado de la Comisión Especial para el Seguimiento de la Ayuda Humanitaria Compleja, en una entrevista con Oscar Marcano, de Prodavinci.
En un hilo de tweets del 9 de febrero, el diputado había dicho que esa ayuda estaría destinada a la población más vulnerable: “los niños de 0 a 5 años, mujeres embarazadas y adultos mayores en riesgo nutricional, personas en condiciones de salud crónicas y población hospitalaria en situación de emergencia.
Julio Castro, médico internista e infectólogo que forma parte del equipo técnico asesor de la Asamblea Nacional en este tema, confirmó que la ayuda se repartirá en los hospitales y dio detalles más actualizados en una entrevista con Valentina Oropeza para Prodavinci. Dijo que los destinarios son “Niños menores de tres años en los primeros mil días de vida; mujeres embarazadas y lactantes; enfermedades crónicas de alta prevalencia y algunos grupos vulnerables específicos, como viejitos con otras enfermedades. Por ejemplo, una persona de la tercera edad que tiene diabetes e hipertensión. Esos son los cuatro grupos focales”.
De las 300 mil personas, explicó Castro, 200 mil son niños con desnutrición grave, desnutrición moderada, o en riesgo de desnutrición. Los otros 100 mil son pacientes con enfermedades crónicas e infecciosas que no disponen de los medicamentos necesarios para el tratamiento.
Por otro lado, Castro dijo a Luz Mely Reyes en una entrevista más reciente que los familiares de los niños con desnutrición también recibirán suplementos nutricionales y que la ayuda contiene unos kits en forma de hospital de campaña, para hospitales,
El informe de las ONGs venezolanas, publicada por el Observatorio Venezolano de la Salud y titulado “Emergencia humanitaria compleja en Venezuela, derecho a la alimentación”, concluye que el derecho humano a la alimentación en el país está severamente comprometido, “especialmente de las poblaciones y comunidades en extrema pobreza por los efectos del hambre y la desnutrición”. Lo sustenta con estas cifras, que se alinean con las de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida: 94% de la población no tiene ingresos suficientes para pagar una canasta básica alimentaria y de servicios; 64% perdió un promedio de 11 kilos de peso entre 2016 y 2017; el 80% de los hogares del país viven en inseguridad alimentaria; el porcentaje de población subalimentada en Venezuela subió de 5% a 11% en 2018, con respecto a los dos años anteriores; 25,000 embarazadas no reciben control prenatal; 33% de los niños entre 0 y dos años de los sectores más pobres tienen retardo de crecimiento.
Expertos en el tema ya han indicado que la ayuda no soluciona todos los problemas. Lo ha dicho Susana Rafalli antes de que se plantearan los escenarios de la llegada de Guaidó: “De acuerdo con la pauta de economistas y gente del agro, lo que se requiere es aplicar medidas adecuadas para comprar y traer alimentos, y medidas económicas de liberación de controles cambiarios, asignación de divisas y estructuración de precios”, dijo, por ejemplo, en una entrevista con Prodavinci en 2017.
Lo dice Julio Castro: la ayuda humanitaria no está destinada a resolver todos los problemas de salud de un país, sino que atiende a los más necesitados.
Miguel Pizarro, escribió en el hilo de tweets, que la ayuda humanitaria “no es una limosna y menos una injerencia extranjera, tampoco es la solución completa a la crisis. Es la oportunidad para salvar la vida de cientos de miles de personas que corren el riesgo de morir a causa de una dictadura ha destruido al país”.
Neutralidad vs politización
Los expertos y activistas de organizaciones humanitarias han advertido que la ayuda humanitaria debe ser, por principio, neutral.
Un grupo de organizaciones internacionales agrupadas en el el Foro de ONGs Humanitarias (ONGI) en Colombia emitió un comunicado, el 20 de febrero, en el que recuerdan que la ayuda humanitaria debe seguir los principios de “imparcialidad, neutralidad e independencia”. “El único criterio de la ayuda humanitaria es llegar a la gente más necesitada. No debe tener ningún carácter político, religioso, o de raza”, dijo Marc Jensen, miembro de este foro, citado por El Tiempo. Y agregó que espera que “la entrega no sea forzada. Porque la ayuda humanitaria acompañada de acciones militares no es adecuada, y tiene riesgo de hacer mucho más daño que de aliviar las necesidades de la gente”.
En Venezuela, ya lo han advertido los expertos que están haciendo trabajo humanitario desde hace años. Susana Raffalli y Feliciano Reina dijeron a Alicia Hernández, de El Confidencial, que en Venezuela están activados fondos de ayuda humanitaria “desde hace dos años”, a través de organizaciones civiles, agencias internacionales y la Unión Europea”.
“Ver los contenedores en la frontera, verlo en las redes sociales de los principales políticos de Estados Unidos, ver la exhibición de algo tan doméstico… Lo están usando. Esta no es la diplomacia de la Unión Europea, por ejemplo. Es un tema humanitario y hay que hacer que llegue de un modo neutral, protegiendo el derecho a la vida, no para decir que nadie es un tirano ni para levantar agendas políticas. No se puede mezclar la política con la ayuda humanitaria”, dijo Susana Raffalli.
Andrei Serbin, analista internacional de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales, hace una distinción técnica: dado que la entrada de la ayuda cuenta con una fractura de las fuerzas armadas venezolanas para que ocurra, afirma, hay que hablar entonces de ayuda internacional y no de ayuda humanitaria. “Para ser humanitaria no puede tener como propósito cumplir con objetivos políticos o militares”.
El diputado Miguel Pizarro responde en la entrevista con Prodavinci: “Comparto la preocupación de que el repertorio político hoy tenga el tema humanitario como centro. Pero ¿qué nos trajo hasta acá sino la negativa e indolencia de quienes durante años, pudiendo impedir esta tragedia no hicieron nada para evitarla? Reclamar un derecho no es politizar el derecho. Al final, nosotros no podemos quitarnos la gorra de parlamentarios y decir que somos otra cosa. Estaríamos convirtiéndonos en lo mismo que toda la vida hemos criticado. Por eso vuelvo donde empecé: el enrarecimiento de este clima político en el que estamos hoy es producto del merengue que hizo quien está en el poder”.
Funcionarios de la Policía Judicial venezolana (CICPC) allanaron el 15 de febrero la sede de la Fundación Manos Amigas por la Vida, en el estado Carabobo, y se llevaron medicamentos para tratamientos antiretrovirales para pacientes con VIH, que habían recibido en donaciones. A los días, Nicolás Maduro anunció, como réplica a las acciones en Cúcuta, que llegarían a Venezuela 300 toneladas de “ayuda y asistencia” proveniente de Rusia, aunque hasta ahora el gobierno de Maduro ha negado que exista la emergencia y se ha resistido a abrir un canal humanitario para el país. “Eso sí, la hemos pagado con dignidad, de Rusia, de China, de Turquía, del mundo entero, con la ONU. Con todos los organismos de la ONU tenemos asistencia técnica”, dijo Maduro, según un despacho de AFP.
El tema Venezuela y la ayuda humanitaria está en las campañas políticas de otros países. En España, ya ocupa la campaña para las elecciones generales del 28 de abril –otra vez — . Y en Estados Unidos, el presidente Donald Trump ya lo usó abiertamente como eje central de su reciente mitin político de Florida, mirando a su reelección en 2020.
El concierto y el contraconcierto
Precisamente, el cantante Alejandro Sanz le había pedido Donald Trump, semanas atrás, que no se adueñe de la gesta venezolana: “Que no se apropie Trump de la lucha del pueblo venezolano”, comentó a El País.
Sanz y otros 32 artistas, entre ellos Juan Luis Guerra, Juanes, Paulina Rubio, Miguel Bosé, José Luis Rodríguez, Reinaldo Armas, cantarán en el concierto gratuito Venezuela Live Aid de este viernes 22 de febrero en el puente fronterizo de Las Tienditas, del lado de Cúcuta, con el auspicio del magnate inglés Richard Branson. El evento tiene el objetivo, según sus organizadores, de recaudar 100 millones de dólares.
El equipo de Maduro, por su parte, anunció un concierto de réplica “de dos días” en el lado venezolano del puente de Las Tienditas. A esta hora, no han anunciado qué artistas participarán en este espectáculo.
“Los dos eventos estarán solo separados el viernes por un puente de 280 metros de largo bloqueado desde hace dos semanas por militares con camiones, contenedores de carga, cisternas de transporte de combustible y otros obstáculos, recuerda un despacho de AFP citado por El Nacional.
El tema Venezuela, entonces, también involucra al show business. Alejandro Sanz habló con Juan Guaidó en un Instagram Live, a principios de mes. Él y otros artistas que estarán presentes en el concierto de Cúcuta grabaron, además, un video: “Venezuela, no estáis/están solos”. Guaidó lo publicó en su Instagram:
https://www.instagram.com/p/BtW1sWrn7q0/?utm_source=ig_embed
Roger Waters, vocalista de Pink Floyd, está entre los músicos famosos que han emitido opiniones en favor de Maduro y, más recientemente, en contra de Branson, acudiendo a la socorrida “autodeterminación de los pueblos”:
The Red Cross and the UN, unequivocally agree, don’t politicize aid. Leave the Venezuelan people alone to exercise their legal right to self determination. pic.twitter.com/I0yS3u75b6
— Roger Waters (@rogerwaters) February 18, 2019