Un inteligente proyecto ha sido puesto en marcha por parte de empresas norteamericanas de capital privado que están conscientes de la conveniencia estratégica de interactuar con los chinos más allá de lo comercial, lo económico y los negocios. Convencidos de que una interacción personal y académica con China puede reportar a ambos lados una mejor fórmula para entrabar relaciones estrechas y productivas, acaban de dar a conocer un vastísimo plan de formación de talentos cuya particularidad no es aportar conocimiento sobre disciplinas chinas sino impartir materias formativas diversas y constructoras de liderazgos en el propio suelo chino y en los centros de conocimiento de ese país.
El programa de becas Schwarzman parte del reconocimiento de que un nuevo centro de gravedad se ha consolidado en esa parte del mundo. Por ello dispone ya, desde su arranque, de 300 millones de dólares para fondear planes de becas encaminadas a enviar estudiantes a China a formarse.
Detrás Blackstone Group, quien es el promotor de la idea, hay un nutrido grupo de empresas privadas y de individuos que comparten la experiencia de haber asentado un pie del otro lado del Océano Pacífico. Sus vivencias han evidenciado que el establecimiento de conexiones interpersonales entre dos nacionalidades forja, mejor que nada, asociaciones duraderas y sólidas. Consideran que de una visión compartida y discutida del devenir futuro puede surgir un involucramiento intenso y una cooperación proactiva.
La meta de esta iniciativa es dar soporte educativo anualmente en la Universidad de Tsinghua en Beijing y a nivel de postgrado a 200 estudiantes destacados. Ellos provendrían no solo de Estados Unidos sino de Europa, Corea del Sur, Japón India y otros lugares del mundo.
El valor agregado del programa para Occidente no es otra cosa que una mejor y más detallada comprensión del contexto económico, político y social de China que permita generar en el tiempo una relación ganar-ganar. La apuesta es que la formación impartida a estos líderes les permita cambiar el curso de la historia generando relaciones de mutua prosperidad con China a través del conocimiento mutuo, la comprensión de la diversidad cultural y la competencia saludable. En 50 años se formarán 10.000 profesionales con los recursos aportados por Schwarzman Scholars.
Un propósito subsidiario es la colaboración en la tarea de la eliminación de la mutua ignorancia que se percibe en la relación entre la sociedad China y las sociedades occidentales. Se trata, por igual, de hacerles accesibles a los asiáticos idiosincrasias distintas a la suya y facilitar la comprensión por fuera de las fronteras China de las particularidades culturales, de valores y de comportamiento de una sociedad milenaria.
La talla de las personalidades que acompañan este proyecto desde su Consejo Consultivo es garantía del nivel de exigencia en cuanto a su desempeño y sus resultados: varios exjefes de Estado lo avalan al igual que primeras figuras de la escena global en muchas instituciones. Con este novedoso programa se abre la compuerta de la comprensión multilateral, del entendimiento, de la aceptación mutua, de la colaboración. Se da un paso en favor de la integración de China al mundo.
Beatriz de Majo, El Colombiano |@beatrizdemajo