Se llama Bernat Ollé y nació hace 34 años en Reus, España. Es ingeniero químico y se ha especializado en la investigación de los microbiomas, un ecosistema microscópico que habita en nuestro cuerpo y está formado por trillones de seres vivos. Revistas científicas prestigiosas con Nature han publicado sus trabajos y el Massachusetts Institute of Technology (MIT) lo premió como uno de los jóvenes innovadores menores de 35 años de todo el mundo por sus aportes a la investigación aplicada a la farmacología.
El diario Región Digital lo entrevistó a propósito del galardón. IQ Latino reproduce parcialmente ese material.
— ¿Por qué está de moda el microbioma?
— Ha explotado en los últimos cinco años porque hasta hace poco no existían técnicas adecuadas para analizar la diversidad de microbios que viven en todas nuestras mucosas del cuerpo. La mayoría de los microbios no son patogénicos y en nuestro cuerpo viven trillones de ellos. Por cada célula humana tenemos 10 células de microbios y, por cada gen humano, 99 genes de microbios.
— ¿Son dañinos?
— Muy pocos son dañinos. Se creía que eran inocuos, pero ahora sabemos que son esenciales para desarrollar el sistema inmune, metabolizar nutrientes, generar moléculas que actúan en nuestro sistema nervioso central, etc. Son funciones básicas para vivir que están afectadas, a veces incluso gobernadas, por la interacción de los microbios. Y se puede dañar por el uso de antibióticos, una dieta inadecuada o por los propios genes.
— ¿De dónde surgieron de repente las técnicas para estudiar el microbioma?
Del proyecto “Genoma Humano”. Muchos investigadores empezaron a utilizar los nuevos métodos de secuenciación y análisis de datos no solo para secuenciar células humanas sino también microbianas, de muestras fecales o biopsias. Y a partir de ahí, se preguntaron por la función de estos microbios.
— ¿Cómo logró poner en marcha su empresa dedicada al estudio del microbioma?
Hace tres años propuse a nuestro grupo inversión Puretech Ventures estudiar el campo del microbioma. Me dijeron que sí y me dieron libertad de movimientos. Conseguimos identificar dos tecnologías, patentamos ideas y formamos un equipo con inmunólogos muy reconocidos a nivel mundial, como Ruslan Medzhitov. A partir de ahí hemos progresando en el desarrollo de fármacos que actúan sobre el microbioma intestinal.
— ¿Serán tratamientos personalizados?
— Sí, en función de los análisis, se personaliza el diseño de los ensayos clínicos. Gracias a las técnicas que explicaba, identificamos a pacientes que tienen alteraciones del microbioma –como los que padecen enfermedad de Crohn o diabetes de tipo 1– y podremos tratarles de manera específica con los microbios que les faltan hasta estabilizar el ecosistema intestinal del paciente.
— ¿Esta vuelta a la normalidad del ecosistema intestinal es una idea pionera?
— Es una idea realmente importante. Decir ‘pionera’ es ir demasiado lejos, sobre todo antes de haberlo probado en personas; pero si se demostrara en la fase clínica, sería revolucionaria. Ahora estamos desarrollando una clase de fármacos que no tienen nada que ver con los que se usan hoy en día.
— ¿Y esos nuevos fármacos en qué consisten?
— Actualmente, el 100% de los medicamentos o son moléculas sintéticas, o se basan en proteínas como anticuerpos o factores de crecimiento. Los nuevos medicamentos serían microbios vivos. Queremos que se tomen por vía oral y al llegar al intestino germinen, colonicen y hagan su labor: metabolizar nuestra dieta y convertirla en moléculas que actúen sobre dianas terapéuticas en el intestino.
— ¿Qué enfermedades curarán?
— Nuestro primer producto es un medicamento para tratar la colitis y la enfermedad de Crohn. En estas dos dolencias hay especies de microbios que han desaparecido. Podemos personalizar el test clínico y tratar solo a este grupo.
Fuente: Región Digital | @IQLatino