¿De qué se trata esta nueva norma? Es la que se relaciona con la responsabilidad social de las empresas (RSE). Pero no es una certificación en sí misma, sino una guía con más de 800 recomendaciones sobre qué sí y qué no está alineado con lo que una empresa quiere aportar en su entorno.
La cementera Cemex, que dirige Lorenzo Zambrano, lleva ya años detrás de esta ISO y fue una de las empresas que participó a nivel internacional en la creación de este documento, aportando dinero y experiencias de su propia cosecha.
En México se adoptó a mediados del año pasado de manera oficial, pero en la práctica aún no hay ninguna empresa ni organismo público que tenga avanzado su check list.
¿Qué trae implícita esta ISO? Son siete las recomendaciones: gobernanza, derechos humanos, prácticas laborales, medio ambiente, prácticas justas de operación, asuntos de consumidores y participación activa y desarrollo de comunidad.
“La idea es implementarlo primero en México para luego llevarlo a las operaciones globales”, explicó una fuente interna de la cementera.
Hay ríos de tinta hablando sobre la rentabilidad de las empresas versus su responsabilidad social y cómo ésta aporta o no al corazón de la operación de una empresa (que es hacer negocios). No hay aún estudios que relacionen directamente el efecto en el balance final de una empresa de las causas sociales que apoya, pero lo cierto es que el tema está más caliente que nunca.
¿Por qué es bueno ser bueno? Porque los clientes están más informados y a la hora de elegir entre dos marcas, siete de cada 10 prefieren la que hace algo por su entorno (según un informe de la consultora Landor). Para atraer y retener talento: cada día hay más ejecutivos que a la hora de moverse de empresa también buscan este tipo de acciones para decidir donde quieren trabajar. “A nivel global poco a poco los inversionistas están preguntando sobre la RSE de las empresas, además de buscar rentabilidad a su dinero”, afirma un consultor de negocios.
En el caso de Cemex, sus mayores avances son en materia de medio ambiente (con productos y servicios que hacen eficiente el uso de la energía), desarrollo de comunidad (con Patrimonio Hoy, y la autoconstrucción de viviendas), en el uso de combustibles alternos y de reciclaje. Y también porque a la larga es un buen negocio.
Fuente: Bárbara Anderson | InfoNorte