Una máquina para producir empanadas colombianas a gran escala, creada por una empresa de la ciudad de Manizales, ha obtenido una patente internacional que permitirá introducir este aparato en 180 países y ampliar el consumo mundial de este producto típico.
Solo en Colombia se consumen diez millones de empanadas diarias, una delicia gastronómica que en esta nación se acostumbra a freír y está hecha a base de maíz y con un relleno de carne de res o pollo, arroz, papa y verduras.
Esta aventura empresarial comenzó hace cuatro años, detalló a Colombia.inn, agencia operada por Efe, la gerente de Maquiempanadas, Emma Mesa.
“Decidí seguir el sueño de mi papá, Carlos Mesa, de tecnificar la industria de alimentos étnicos latinos, como empanadas, patacones, arepas y pupusas, que por generaciones se han hecho a mano”, apuntó.
Pasado este tiempo, Maquiempanadas ha logrado “una patente de registro de marca y una patente PCT (Tratado de Cooperación en materia de Patentes) que nos protege en 180 países en el momento en el que queramos introducir nuestras máquinas en dichos mercados”, argumentó Mesa.
Para lograr su objetivo, Maquiempanadas buscó el apoyo de entidades como el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) e iNNpulsa Colombia, la unidad del Gobierno que promueve el emprendimiento de alto impacto y la innovación.
También de Manizales Más, una alianza constituida por actores públicos, privados y académicos que fomenta el desarrollo económico y la creación y crecimiento de las empresas de esta urbe, una de las que conforman la región del Eje Cafetero.
Estos patrocinios son fundamentales, argumentó Mesa, pero lo importante “es tener una idea, el deseo de sacarla adelante y el convencimiento de que esa iniciativa es en beneficio de la comunidad”.
Bajo esa premisa, padre e hija idearon un mecanismo compuesto de acero inoxidable, polipropileno, cerebro electrónico y contador, que en sus versiones manual, semiautomática y automática produce entre 300 y 2.000 empanadas por hora.
El invento se comercializó inicialmente en Colombia, pero después la familia Mesa observó que las posibilidades de exportar la máquina eran enormes “porque todos los países de América Latina tienen sus propias empanadas, con variaciones en la masa y el relleno”.
Maquiempanadas, que actualmente cuenta con diez empleados directos, ya vende sus utensilios en Estados Unidos, Centroamérica, Ecuador, Francia, Australia, Suiza, España y Canadá tanto a colombianos como a dueños de restaurantes de otras nacionalidades que han querido optimizar su producción.
Los Mesa se enfocaron en fabricar aparatos para trabajar materias primas que se constituyen en la base alimentaria de los latinoamericanos, como el maíz, la yuca y el plátano, y que tienen un valor en el mercado que oscila entre los cinco y 25.000 dólares.
Esa visión les ha permitido crecer como empresa de forma considerable. En 2013 la facturación de Maquiempanadas fue de 175.000 dólares y este año están enfocados en fortalecer su mercado en Estados Unidos “por la gran cantidad de latinos que compran masivamente alimentos típicos de sus lugares de origen”, dijo la emprendedora.
El propósito es, agregó, “que en cada planta en el mundo en la que se hagan platos étnicos haya una máquina marca Maquiempanadas por ser una solución económica y eficiente que mejora la realización, estandariza el producto y hace crecer las ventas”.
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