“Mi cliente Kelly ha estado sufriendo en una cárcel de inmigración remota por más de dos años, incluyendo meses de confinamiento solitario solo por su identidad sexual”, dice Tania Linares García, abogada principal del Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes, una organización que defiende los derechos de los migrantes en Estados Unidos.
Kelly es una solicitante de asilo transgénero de 23 años detenida por la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés).
“(…) Es una de las docenas de inmigrantes transgénero quienes sin necesidad soportan las indignidades y brutalidades de la detención a inmigrantes día tras día”, agregó Linares García. Una de los 93 inmigrantes que se reconocen a sí mismos como transgénero, en 29 centros de detención de Estados Unidos, según los datos que ICE dio a Anna Giaritelli, periodista de Washington Examiner .
La abogada Linares García hizo estas declaraciones a propósito de una carta que 45 congresistas demócratas enviaron, este 14 de enero, a Chad Wolf, secretario en funciones del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, y a Matthey T. Albence, director en funciones de ICE. En la carta demandan la liberación de los migrantes transgénero bajo su custodia, si los centros de detención no cumplen con las condiciones que resguarden su dignidad. Piden así que ICE deje de poner a estas personas en riesgo de abuso sexual y violaciones.
En la misiva –que resulta de una iniciativa liderada Mike Quigley, congresista demócrata de Illinois y vicepresidente del Comité de Igualdad para LGTBI del Congreso—los 45 congresistas exigen a ICE que presente un plan detallado sobre cómo cumplirá con este requerimiento, el 27 de enero de este año.
La carta usa como argumento la Ley de Asignaciones del año 2020 recién promulgada, que establece estándares de atención en los centros de detención que, según los demócratas firmantes, ICE no ha cumplido. Estos modelos incluyen una atención médica de calidad, entrenamiento del personal para que sea más sensible a los pacientes transgénero y la creación de unidades seguras donde estos detenidos puedan estar sin temor de ser el blanco de otros detenidos, reporta Giaritelli para Washington Examiner.
ICE, continúa la carta, está obligada por ley a facilitar “de inmediato” instalaciones que cumplan con estas condiciones. Si no fuera así, la agencia debe entonces, también de inmediato, “hacer los arreglos para liberar a individuos transgénero en riesgo de abuso sexual y violación mientras están bajo custodia de ICE, y asegurar que estas personas tengan acceso a un ambiente seguro y a una atención adecuada una vez sean liberados”, agrega la carta.
En 2017, los inmigrantes LGBTI detenidos por ICE representaron solo 0,14% del total, pero sufrieron un 12% de los abusos sexuales y violaciones ocurridos en centros de detención, encontró un estudio del Centro para el Progreso de Estados Unidos. “Asumiendo que cada denuncia de violencia sexual está sustanciada y que involucra a una víctima cada uno, entonces las personas LBGTI bajo custodia de ICE tienen 97 veces más probabilidades de ser victimizados sexualmente mientras están detenidos que los que no”, agrega el estudio en el cual se basa la carta firmada por Quigley y los otros 44 legisladores demócratas.
La carta de los congresistas demócratas señala que los migrantes y solicitantes de asilo transgénero no solo son más vulnerables al abuso sexual, sino al confinamiento solitario, la agresión física y la negligencia médica. “Estas condiciones inhumanas y abusos sistemáticos quedan en evidencia en innumerables denuncias y narraciones de personas detenidas formalmente”.
Es el caso de Kelly.
Los firmantes de la misiva agregan que el confinamiento solitario de los inmigrantes y solicitantes de asilo transgénero está “generalizado” en los centros de detención de ICE. “ICE usa los confinamientos solitarios de forma sistemática con supuestos propósitos de protección, o viola sus propias directrices usando la segregación como castigo y poniendo en riesgo la salud física y mental de las personas transgénero y en más vulnerabilidad a violencia sexual por parte de los guardias de ICE”.
En 2018 y 2019 murieron dos mujeres transgénero bajo custodia de ICE.
En mayo de 2018, Roxsana Hernández Rodríguez, solicitante de asilo hondureña, murió a sus 33 años por deshidratación y complicaciones del VIH. Estuvo detenida 16 días. La autopsia mostró también que había sido víctima de agresiones físicas.
En junio de 2019, Johana Medina León, de 25 años, solicitante de asilo de El Salvador, murió poco después de que la liberaran, por complicaciones similares a las de Hernández Rodríguez. Pero además le negaron atención médica durante su detención. Estuvo detenida más de un mes. Según un reportaje de Sam Levin para The Guardian, Medina León había pedido la deportaran después de que le negaran la atención médica “repetidamente”.
La vocera de ICE April Grant dijo sobre la petición de los congresistas demócratas que las decisiones sobre los centros a los que llevan a las personas transgénero se toman “caso por caso”, dependiendo de si tienen vínculos con la comunidad donde está el centro de detención, el bienestar personal y la seguridad. La declaración de Grant está reproducida en la nota de Giarelli para Washington Examiner.
A Kelly, por ejemplo, insiste su abogada Tania Linares García, también le han negado atención médica y la han encerrado en confinamiento solitario durante sus más de dos años de detención. “Como su abogada, he introducido acciones legales en su nombre, pero ICE se niega a soltarla”.
Imagen: Angela_Yuriko_Smith/ Pixabay