Costa Rica se adelanta en el tratamiento del Covid-19 con plasma purificado de pacientes curados

Un instituto público experto en la elaboración de sueros antiofídicos en Costa Rica se adelanta en el proceso de creación de otro suero para el tratamiento de Covid-19 hecho con plasma de pacientes recuperados .

El tratamiento con plasma se está probando ya en otros países como España y Estados Unidos.

En Latinoamérica, sin embargo, Costa Rica aparece como pionera, porque además trabaja en purificar el plasma para transmitir solo los anticuerpos específicos contra la enfermedad. La Caja Costarricense de la Seguridad Social (CCSS), organismo público, promueve y controla este proyecto que realiza el Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica, que también es pública.

La CCSS centraliza la atención a los pacientes con Covid-19, que en Costa Rica, por el momento, suman 660 según las cifras oficiales, que dicen que 112 personas se han recuperado de enfermedad que produce el virus SARS-Cov2.

Con esas personas curadas el Instituto Clodomiro Picado trabaja en elaborar tratamiento, que tendrá la presentación de un suero inyectable, y al que ya le llama “el medicamento Anti-Covid-19”.

Los pacientes recuperados desarrollan anticuerpos contra el coronavirus, que se extraerán de su plasma para convertirlos en “inmunoglobulinas concentradas estériles inyectables” que se aplicarán a las personas con la enfermedad Covid-19 todavía activa.

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Según Guillermo León, coordinador de la división industrial del instituto,  se están probando los procedimientos básicos para la manufactura de sueros antiofídicos –en la que el Instituto Clodomiro Picado tiene tradición hace 50 años—para adaptarlos a la fabricación de este suero salido del plasma humano.

Son suficientes 50 mililitros para tratar a un paciente, reportó Djenane Villanueva para CNN en Español, tras consultar a los encargados del Instituto Clodomiro Picado, aunque eso se comprobará una vez se ponga en práctica el tratamiento, decía el director del instituto, Alberto Alape, en un artículo de principios de abril de Irene Rodríguez en La Nación.

Para la elaboración de este suero terapéutico se requiere de un protocolo seguro de donación y de separación del plasma, la parte líquida de la sangre. Los pacientes recuperados podrán donar voluntariamente su sangre para este proceso, una vez hayan pasado entre 15 y 25 días desde que se le detectó la infección.

El donante debe cumplir con los siguientes requisitos: hacerlo voluntariamente, pesar más de 50 kilos, no estar enfermo, no tener enfermedades de transmisión sexual ni alteraciones en su sistema inmunológico, y tampoco estar embarazada.

Como destacó Alape a Irene Rodríguez, transfundir el plasma completo de una persona a la otra tiene riesgos y efectos secundarios, porque en ese componente de la sangre hay otras proteínas que pueden ser no compatibles con el receptor. Por lo tanto, una vez separado, para hacer este medicamento el plasma debe pasar por un proceso de purificación, de forma que lo que el enfermo de Covid-19 reciba sean los anticuerpos específicos que en los pacientes recuperados  neutralizaron el coronavirus.

Esta purificación del plasma es un rasgo distintivo del trabajo que está haciendo el Instituto Clodomiro Picado. Se hace mediante un “proceso fisicoquímico y formulación y esterilización” –informó La Voz de América— con radiación gamma, a cargo de la Escuela de Ingeniería de Materiales del estatal Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC).

De esto resulta el medicamento final, un suero en un vial, un pequeño recipiente de vidrio de 50 mililitros. Entonces por cada 25 litros de plasma de pacientes curados se pueden fabricar 50 viales: por cada 25 personas recuperadas se pueden ayudar a 50 personas enfermas, detalla el cálculo el reportaje de La Nación.

El tratamiento podría comenzar a aplicarse a mediados de año, dice el reporte de CNN en Español, basado en las entrevistas de los expertos.

“Cuando la cantidad de plasma que se obtiene de los pacientes recuperados exceda la demanda que tienen los médicos intensivistas en las unidades de cuidados intensivos y ya quede plasma, nos lo enviarán. Cuando tengamos 25 litros de plasma podremos procesar el primer lote”, afirmó Guillermo León coordinador de la división industrial del instituto, a Djenane Villanueva.

En este reporte de CNN del 15 de abril todavía se estimaba una semana más para que el Ministerio de Salud otorgara los permisos para el tratamiento. Además, la Caja Costarricense de Seguridad estaba en proceso de aprobar aún la transfusión de plasma completo.

Una vez que esto esté en marcha, explicó León, la manufactura del suero tardaría tres días, en una planta piloto del instituto. El control de calidad tarda 15 días. En más o menos 20, el instituto lo tendría listo para enviarlo a la CCSS para que se aplique a los pacientes.

“La esperanza de que este medicamento funcione se basa en evidencia experimental preliminar que incluye pocos casos clínicos, pero que sugiere que se mejora sustancialmente el pronóstico de los pacientes que reciben el tratamiento”, aseguró Guillermo León a La Voz de América.

Román Macaya, presidente de la Caja Costarricense del Seguro Social, aseguró al mismo medio que este tratamiento con el que experimenta el Instituto Clodomiro Picado es el da resultados “a más corto plazo”.

Foto: SarahMarciano/Pixabay