La responsabilidad social empresarial (RSE) y la creación de valor en América Latina. Sobre este tema giró un debate celebrado en la sede de Deusto Business School, en Madrid, en el que participaron representantes de empresas como Iberdrola, Repsol, Endesa, Enagás, OHL, BBVA, Santander, Red Elétrica, E&Y, KPMG, PwC o Accenture.
El centro del conversatorio sobre RSE fue el estudio titulado: La responsabilidad social empresarial y la creación de valor en América Latina, elaborado por la escuela de negocios.
“El estudio presenta abundante evidencia empírica de que la gestión responsable de riesgos y la creación de valor compartido con la sociedad no son dos desarrollos separados, como aseguran Porter y Kramer, sino que son ya las dos caras de la RSE entre las empresas avanzadas en sostenibilidad en América Latina”, señaló Manuel Escudero, director del Centro de Negocios Sostenibles de Deusto Business School y coautor del estudio junto a Jessica García.
El informe destaca que la responsabilidad social ha progresado en América Latina y se observa que las tendencias más avanzadas están consolidadas como estrategias habituales en las empresas. Sin embargo, esta práctica tiene todavía un recorrido importante en el futuro, en especial en cuestiones relevantes.
Entre estas figura el protagonismo de las autoridades públicas como inductores de la RSC en la sociedad y en la economía a través de políticas públicas de promoción o fomento de la responsabilidad social, así como la necesidad de pasar a considerar como el tema más determinante de la responsabilidad corporativa sus impactos positivos en la realidad social, aún dislocada y no incluyente, de las sociedades latinoamericanas.
El informe añade que en los países latinoamericanos analizados (Brasil, México, Argentina y Chile) existe una especialización en las prácticas de RSC, dependiendo de si inciden en derechos humanos y lucha contra la corrupción, desarrollo sostenible y trabajo con comunidades, medio ambiente y derechos laborales.
En concreto, las empresas suelen tratar los temas relacionados con los derechos humanos y la lucha contra la corrupción desde un prisma de gestión de riesgos no financieros, mientras que las acciones dirigidas al desarrollo sostenible y al trabajo con comunidades son más proclives a ser orientadas desde el punto de vista de la creación de valor compartido.
Los aspectos relativos a trabajo decente y derechos laborales, así como los relacionados con el medio ambiente, ofrecen una perspectiva más ecléctica, y en muchas ocasiones se abordan desde una vertiente que combina tanto la gestión de riesgos como la creación de valor compartido con la sociedad.
Fuente: Noticia publicada en lainformacion.com | @IQLatino