Ser una empresa ‘responsable’ no sólo es una tendencia de moda, sino una estrategia para potenciar los beneficios y el crecimiento en un entorno cada vez más competitivo. Consumidores, gobiernos, ONG y el entorno empresarial exigen de las corporaciones un enfoque holístico, que contemple el bienestar de todos los stakeholders y no sólo el éxito financiero de los accionistas.
Grandes corporaciones mexicanas o que operan en México, como Bimbo, Femsa, Siemens México o WalMex han emprendido grandes proyectos de generación de energías renovables, manejo de residuos, desarrollo de productos más sanos y eficiencia en el consumo de agua con el objetivo de convertirse empresas verdes y responsables.
El edificio verde de Siemens México
La sede de esta empresa alemana en la Ciudad de México se convirtió en uno de los primeros “edificios verdes” tras una inversión de US$ 11.632.496,43 (140 millones de pesos). El corporativo Dos patios, en la ciudad de México, fue reinaugurado en 2012 y obtuvo la certificación de Liderazgo en energía y certificación ambiental (LEED) otorgada por el Consejo de edificios verdes de Estados Unidos (USGBC por sus siglas en inglés).
El complejo utiliza 30% menos electricidad que un edificio convencional gracias a que, en promedio, cada metro cuadrado requiere 8 watts de para ser iluminado, ya que tiene una red de más de 105 mil focos con tecnología led. Además, la sede de Siemens también utiliza 20% menos agua para funcionar que un edificio tradicional, gracias a un sistema de tratamiento de aguas residuales.
Femsa, enfoque social y de nicho
En el caso de Femsa, 2012 marcó un antes y un después en la RSE de la empresa, ya que fue el primer año que estableció una estrategia de sostenibilidad transversal de largo plazo.
Entre sus programas más ambiciosos se encuentran ‘Coordenadas para vivir’, un proyecto social que involucra a niños y jóvenes de entre 10 y 18 años a los que se les imparten conferencias y talleres sobre temáticas variadas, tales como acoso escolar, abuso de alcohol y drogas, educación sexual, entre otros.
Por otra parte, Femsa es una de las primeras empresas mexicanas en reportar su actividad al Global Reporting Iniciative (GRI), una iniciativa que compromete a las corporaciones con sus grupos de interés o stakeholders. La empresa también participa en el Carbon Disclosure Project (CDP), en donde reporta sobre sus emisiones de gases con efecto invernadero.
En 2011, Femsa, en conjunto con Bimbo, el Banco Interamericano de Desarrollo y otras instituciones, financió el mayor parque de generación de energía eólica en México, ubicado en Oaxaca.
Bimbo y la planta de Barcel Occidente
Bimbo es una de las empresas mexicanas más grandes y una de las compañías de alimentos más importantes del mundo, cuenta con presencia en 19 países y factura más de 13 mil millones de dólares (mdd) por año.
Desde una perspectiva industrial, el programa de RSE de la panificadora la ha llevado a reutilizar 70% del agua que consume en sus más de 14 plantas en México; a invertir en un parque de energía eólica, Piedra Larga, para aprovechar la generación de energía renovable.
También a construir una planta –Barcel Occidente- que cumple con la Norma BRC del British Retail Consortium y con los requisitos necesarios para solicitar la certificación de ‘Empresa segura’ de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, así como la de ‘Industria limpia’ de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y a promover el uso de transporte no contaminante en su flota de camiones de distribución.
Desde un punto de vista de producto, la empresa ha comenzado a eliminar las grasas saturadas y trans en varios de ellos, para cumplir con las recomendaciones establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y cuenta con un Instituto de innovación y nutrición, cuyo objetivo es desarrollar alimentos más sanos.
WalMex y la donación de alimentos
Como parte de la estrategia global de esta empresa de supermercados norteamericana, la creación de un índice de productos sustentables, la garantía de contar con proveedores que cuenten con certificados de sustentabilidad o el manejo de residuos para conseguir reciclar el 100% de ellos hacia 2020, aproximadamente, definen los ejes estratégicos del grupo tanto en centros de distribución como en tiendas.
A nivel local, Wal Mart México ha adoptado varios programas sociales para combatir el hambre en comunidades de bajos recursos, como la donación de alimentos, que superó las 23 mil toneladas en 2012, así como su programa de “seguridad alimentaria”, que beneficia a 19 mil familias mexicanas.
Otras actividades de RSE incluyen programas de capacitación para mujeres emprendedoras y la incorporación de pequeños productores en la cadena de producción de la corporación. En 2012, Wal Mart distribuyó más de 5 mil productos artesanales diferentes elaborados por productores de escasos recursos, según señala su informe de RSE.
Fuente: Alto Nivel (MX)