Hasta 849 millones de hectáreas de terrenos naturales (casi el tamaño del Brasil) sufren riesgo de degradación de aquí a 2050 si continúan las tendencias actuales de uso insostenible de la tierra, advierte un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). La necesidad de alimentar a un número creciente de personas en todo el planeta ha provocado que cada vez más terrenos se conviertan en tierras de cultivo, a expensas de las sabanas, las praderas y los bosques del mundo. La agricultura consume actualmente más del 30% de la superficie continental del planeta. El resultado ha sido la degradación ambiental generalizada y la pérdida de diversidad biológica, que afectan al 23% del suelo mundial, según las estimaciones.
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