El Gobierno de Panamá ha estado trabajando con el Banco Mundial, el Fondo Mundial para la Reducción y Recuperación de los Desastres (GFDRR) y el Programa DRFI desde el año 2010 con la finalidad de elaborar e implementar una estrategia que le permita gestionar con efectividad el impacto financiero de los desastres naturales. El apoyo del GFDRR inició en el año 2010 y coincidió con un préstamo de US$ 66 millones del Banco Mundial, diseñado y desembolsado en el 2011. Se han hecho diagnósticos de riesgos sísmicos evaluando la vulnerabilidad de hogares, escuelas y hospitales. Una alta proporción de población de bajos ingresos en Panamá vive en zonas muy expuestas a amenazas naturales, donde es común ver estructuras endebles y mal diseñadas. Las zonas urbanas donde se concentran el comercio y los servicios financieros generan el 43% del PIB y el 80% de las exportaciones totales del país. Si ocurrieran daños tan sólo en el Canal de Panamá, las redes de transporte mundial se podrían ver afectadas y el crecimiento de la economía panameña sufriría graves impactos negativos. Panamá es el primer país a nivel mundial en adoptar dicho marco estratégico; otros países latinoamericanos han expresado su interés de seguir este ejemplo.
Lea la noticia completa en el Banco Mundial | Imagen: pixabay