Un grupo de investigadores del Banco Mundial desarrolló un trabajo sobre las relaciones de las condiciones económicas con la incidencia del delito y llegó a la conclusión de que la reducción de las desigualdades abate las tasas de crimen. La investigación se basó en 2.000 municipalidades en México. Hernan Winkler, economista y uno de los autores del estudio, aseguró que el creciente número de homicidios en la región no tiene explicación en solo una causa. “La desigualdad es importante pero no es el único factor. De hecho, las tasas de crimen y violencia aumentaron en Latinoamérica al mismo tiempo que se reducían las desigualdades, hecho que sugiere que existen otros factores más determinantes. Lo que nuestras investigaciones para México indican es que una distribución del ingreso más equitativa ha contribuido a mitigar la violencia a nivel municipal. Es decir, la desigualdad social a nivel local puede explicar por qué algunas municipalidades sufren más los efectos del narcotráfico que otras”, dijo Winkler.
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