Finlandia pasó de ser uno de los países más pobres del mundo a uno de los veinte más ricos, en un período de cinco décadas durante las cuales el foco estuvo puesto en dos prioridades: educación de calidad para todos e impulso a la innovación social.
Lo recuerda Ilkka Taipale, un investigador y ex miembro del parlamento finlandés, que ha pasado unos días por México para presentar el libro de su autoría 100 innovaciones sociales de Finlandia.
“Nos costó años poder consolidar innovaciones sociales, pues fuimos de los países más pobres del mundo, afectados por la guerra contra Rusia, pero en seis años pudimos pagar la deuda que adquirimos en 1947 y, a partir de ese año, desarrollamos una industria de metales y con ello la necesidad de mejorar el bienestar social”, comentó Taipale en la Universidad Nacional Abierta de México donde se hizo la presentación de su obra, reseña el portal La Crónica.
Con los cambios en el modelo de producción económica y el acento en la educación, Finlandia pasó a ser referencia mundial en atención sanitaria y se figura en la lista de las naciones con menores índices de criminalidad y corrupción.
¿Y cuáles son esas innovaciones de las que habla el libro de Taipale? Por mencionar pocos, la creación del sistema operativo Linux, las guarderías infantiles, el monopolio del alcohol, el gobierno unicameral, la creación de viviendas sociales administradas por el gobierno.
“La sociedad debe revalorar la educación. Por ejemplo, en Finlandia se trabaja con un modelo en donde la obligación de los estudiantes no es ir a la escuela, sino aprender. Se fomenta la lectura desde la niñez y se busca que la sociedad confíe en el nivel académico de las escuelas al ofrecer un sistema de estudios incluyente que apoye más a quienes muestren debilidad en alguna área de estudio, esto ha funcionado para que el país se posicione positivamente en el Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA)”, dijo Vappu Taipale, esposa del experto, según recoge el diario El Empresario.
La innovación social, de acuerdo con el modelo finlandés, procura establecer las condiciones para que exista una nueva sociedad con un enfoque cooperativista. Para ello hace hincapié en la necesidad de la paridad de género en puestos de gobierno.
La autonomía municipal también es fundamental para adelantar proyectos innovadores de carácter social, subrayó Taipale. Ello redunda en la transparencia administrativa y la eficiencia, aparte de que crea vínculos más estrechos con la comunidad.
El experto refirió que, por ejemplo, en Finlandia los hombres pueden disfrutar de hasta un mes de permiso por paternidad para facilitar la integración de un nuevo miembro de la familia a la sociedad teniendo el apoyo de ambos padres.
El libro de Taipale se ha traducido a 20 idiomas.