La Agencia de Protección Ambiental de EEUU (EPA) dio a conocer semana pasada un plan para reducir significativamente las emisiones de dióxido de carbono de Estados Unidos en los próximos 15 años. Sin embargo, algunos de los estados a los que se les pide adoptar los mayores cambios para cumplir con el objetivo no son los que más dependen de la mayor fuente de emisiones: la energía procedente del carbón. Varios estados que ya han planeado grandes reducciones en las emisiones están compensando la emisiones de otros estados que sí dependen mucho del carbón, como Kentucky e Indiana. Bajo las regulaciones propuestas, la EPA establece requisitos específicos para cada estado, con el objetivo de equilibrar las diferencias prácticas y económicas existentes entre ellos. Por ejemplo, la energía eólica es más cara en algunos lugares, y algunos estados pueden recurrir a plantas de gas natural ya existentes para reducir las emisiones de carbón.
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