La primera vez que Hugo Chávez se declaró socialista fue el 25 de febrero de 2005, en la IV Cumbre de la Deuda Social. “Entonces si no es el capitalismo ¿qué? Yo no tengo duda, es el socialismo”, dijo la audiencia en un acto que fue su salida del closet político. Antes había ensayado algunos escarceos con el neomarxismo, tuvo cierta promixidad con el neofascismo de Norberto Ceresole y hasta pensó en la Tercera Vía de Anthony Giddens.
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“Ahora ¿qué socialismo? ¿Cuál de tantos? Pudiéramos pensar incluso que ninguno de los que han sido”, añadió en ese entonces el recientemente fallecido gobernante venezolano. “Aun cuando hay experiencias, hay logros y avances en muchos casos de socialismo, tendremos que inventárnoslo y de allí la importancia de estos debates y de esta batalla de ideas; hay que inventar el ‘Socialismo del Siglo XXI’ y habrá que ver por qué vías”.
El británico Alan Woods, uno de los neomarxistas que rodearon a Chávez, estuvo cerca del proceso encabezado por el mandatario venezolano. “Creo que los logros sólo se pueden garantizar si la Revolución da un paso audaz hacia adelante, para volverse verdaderamente irreversible”, dijo desde Londres, antes de viajar a Caracas a un encuentro de intelectuales de izquierda.
Alrededor de Chávez montaron tienda desde los colectivos extremistas de las parroquias de Caracas hasta lo que en sus propias filas bautizaron como la derecha endógena.
Hoy se trata de una mera anécdota, pero el Hugo Chávez de 1998 hablaba de una espada de conciencia y otros adagios que venían de El oráculo del guerrero, un libro que llegó a sus manos por recomendación de quien entonces era su esposa, Marisabel Rodríguez.
El analista político Alberto Garrido, uno de los más meticulosos a la hora de estudiar el proceso bolivariano, en los primeros años de Chávez influyeron su hermano, Adán Chávez, junto a dirigentes de la izquierda tradicional como Douglas Bravo.
El llamado Socialismo del Siglo XXI fue un término que el teórico alemán, Heinz Dieterich, acuñó a finales de los 90 y que años más tarde llegó importado por la Revolución Bolivariana.