En una multitudinaria ceremonia celebrada este martes en la plaza de San Pedro en el Vaticano, el papa Francisco asumió oficialmente como Sumo Pontífice de la Iglesia Católica.
Francisco, el primer papa latinoamericano y jesuíta, aprovechó la homilía de su entronización para reiterar su mensaje de que la prioridad de su pontificado será ayudar a los más necesitados, “especialmente los pobres, los débiles, los menos importantes”.
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La elección de Bergoglio como Sumo Pontífice mostró para muchos la importancia que la Iglesia católica asigna a la región, donde tiene dos de cada cinco fieles en el mundo. Pero una creciente competencia de otras iglesias ha vuelto a la región del flamante pontífice Francisco I, un terreno clave en la lucha del Vaticano por mantener su fuerza e influencia a escala global.