Uno de los grandes retos de El Salvador en este momento, al igual que para la mayoría de Latinoamérica, es la promoción del desarrollo basado en el conocimiento. Álvaro Díaz P., representante de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), considera que es el paso que hay que dar si se quiere lograr un desarrollo sustentable con igualdad social.
Díaz, economista y sociólogo especializado en temas de innovación tecnológica, dijo que son pocos los países que llevan la delantera en los esfuerzos por superar la desigualdad social, entre ellos Costa Rica y Uruguay.
“El principal reto que yo veo es construir una institucionalidad sólida dentro del sector público, y que esto signifique, por un lado, que haya presupuesto, programas que duren en el tiempo; que venga un fuerte diálogo con otros actores como las universidades, empresas; que haya un plan y una política de desarrollo en esa materia”.
De acuerdo con el economista, la falta de institucionalidad es la gran debilidad que muestra El Salvador y muchas naciones latinoamericanas para hacer esfuerzos prolongados en el campo de la innovación. Uno de los pocos países que ha avanzado en el tema de institucionalidad es Brasil, para quien el reto en este momento es avanzar mucho en materia de coordinación entre la Federación y los Estados.
El economista expuso que el país ha dado pasos en construir esa institucionalidad, primero con la creación del Viceministerio de Ciencia y Tecnología y la legislación que ha generado sobre ciencia, tecnología e innovación.
Sin embargo, también considera que más allá del préstamo de $30 millones que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha otorgado a El Salvador para proyectos de Ciencia y Tecnología – y que aún es discutido en la Asamblea – es necesario que el flujo presupuestario del Gobierno salvadoreño para este rubro “sea de mayor nivel”.
El representante de la Cepal, quien fungió como viceministro de Economía de Chile durante el gobierno de Ricardo Lagos, explica que el 0.1 ó 0.2 por ciento del PIB que El Salvador gasta en Inversión más Desarrollo (I + D) “es muy bajo”. Ello mientras naciones pequeñas como Nueva Zelanda y Dinamarca destinan 2% de su PIB en Inversión más Desarrollo, citó.
“Debería avanzar al umbral de llegar al 1% del Producto (Interno Bruto del país). Al proponerse eso, El Salvador va a estar haciendo una contribución al esfuerzo, a un desarrollo basado en el conocimiento”, aseveró Díaz, en cuya hoja de vida también destaca como exembajador de Chile en Brasil, durante el gobierno de Michelle Bachelet