En septiembre de 2017, cuando el huracán María golpeó Puerto Rico y dejó sin energía eléctrica a alrededor de 90% de su territorio –y esa ausencia dejó más muertes–, una sola casa de todo el pueblo de Adjuntas todavía tuvo luz. Es la sede de la asociación Casa Pueblo, que desde 1999 opera con energía solar.
Adjuntas está en el centro oeste de la isla, en la cordillera central, zona montañosa y cafetalera. El huracán arrancó de cuajo los techos de sus casas y los dejó a oscuras durante meses. Casa Pueblo comenzó a funcionar en 1980 como una organización de defensa de los recursos naturales y el ambiente. Diez años más tarde comenzó a generar electricidad con la energía solar. Como explican en su página web, instalaron un sistema de 35 paneles fotovoltaicos, un regulador de carga, 12 baterías y un convertidor de corriente. Los paneles reciben la luz del sol y pasan la energía a las baterías, que se cargan para el uso de esa energía cuando se necesite y el regulador mantiene el equilibrio de esa carga. (Con esa energía funciona el cine y la radio de Casa Pueblo).
Eso fue fundamental para responder a los daños del huracán de 2017.
Arturo Massol Deyá, uno de los directores de la asociación cuenta, en una entrevista con Frank Interviews, que Casa Pueblo actuó como un “oasis energético”.
Un artículo de USA Today firmado por Rick Jervis reseña, citando al fundador de esta organización, Alexis Massol-González, que, en medio de la devastación del huracán, la radio siguió al aire como una fuente central de información sobre la emergencia. Y que los vecinos de Adjuntas corrieron a Casa Pueblo a enchufar sus máquinas para la diálisis, sus mini neveras para conservar sus medicamentos, sus teléfonos celulares
“Por momentos, cientos de personas venían todos los días”, dijo Massol-González
En la emergencia, Casa Pueblo repartió 14,000 unidades de lámparas solares en Adjuntas. Y apoyó en la instalación de páneles solares a los hogares de familias cuya salud depende de la energía eléctrica: pacientes dializados y con deficiencias respiratorias o insulinodependientes que necesitan de neveras para almacenar sus medicamentos. Hicieron lo mismo con colmados (tiendas de alimentos) y hogares de zonas más remotas. Eso contó fulano también a Frank News
La fundación Empowered by Light, con sede en San Francisco, California, comenzó a actuar a las dos semanas del huracán María. En Adjuntas se alió con Casa Pueblo. Donó páneles solares para el parque de bombas del pueblo, y para un hogar de ancianos. Hizo otras alianzas con compañías especializadas y dotó de equipos de energía solar a once estaciones de bomberos de todo Puerto Rico.
Casa Pueblo promueve actualmente la campaña “50% con Sol”, para que en 2027, cuando se cumplirán diez años del paso del huracán María por Puerto Rico, el 50% de la energía eléctrica de la isla provenga de la energía del sol: que nutra directamente a paneles fotovoltaicos que se instalen en los techos de las casas
“Estudios realizados por investigadores del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez, demostraron que utilizando tan solo el 65% de las superficies de techos de las estructuras actuales en la isla es posible generar el 100% de la energía consumida en el país en horas picos”, alegan en la campaña.
Para ello convocan al gobierno de Puerto Rico y a inversionistas a que inviertan en la instalación de estos paneles y en medios de almacenaje y manejo de la energía eléctrica, “para desarrollar comunidades de microredes de energía renovable como molinos de viento de pequeña escala y microturbinas hidráulicas, dependiendo de la localización de la comunidad”.
Precisamente, Google está desarrollando una herramienta, Project Sunroof, que mira a los techos de las edificaciones. Ya funciona en algunas zonas del resto de Estados Unidos, como California. En Puerto Rico, Joel Kongling, el gerente de productos del proyecto, la presentó a finales de enero, reseñó Nuevo Día. “Project Sunroof estima que el 90% de los techos en Puerto Rico son viables para el establecimiento de sistemas solares”, dice la nota.
“Con los mapas de Google se puede ver el techo de una casa, edificio o negocio. Tomando en cuenta, por ejemplo, el ángulo del sol, la sombra y si hay edificios alrededor que puedan bloquear la luz, la herramienta saca una cuenta bien precisa de cuánta energía se puede producir en un año”, dijo a este periódico el ingeniero electricista Gerso Beauchamp miembro de la Comisión Técnica y Científica de Casa Pueblo, que podría ser la imagen o referencia de esta herramienta, que por ahora comenzará a funcionar en otros municipios de la isla: San Juan, Ponce, Arecibo, Aguadilla y Mayagüez.
La historia de Casa Pueblo quedó registrada en documental After the dark, producido por Google Earth.
Ellos lo llaman democracia, pero también insurrección. Democracia, insurrección energéticas. Lo llaman también resiliencia energética. Se refieren al cambio de modelo que pasa por diversificar las fuentes de generación energética en Puerto Rico, y, al final, por generar ese cambio desde la gestión propia.