La clasificación europea Standard Ethics Rating realizada por la agencia con sede en Londres Standard Ethics a las naciones de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) ha elevado la calificación al Estado de la Ciudad del Vaticano de ‘EE-‘ a ‘EE’, que significa que está “en la media” y que se acerca a la calificación ‘EEE’ (por encima de la media) en lo que se refiere a gobierno, sostenibilidad y responsabilidad social.
El Vaticano se sitúa así al mismo nivel que Italia, Grecia o Japón, por encima de países como Brasil, Polonia o Corea del Sur, aunque aún por debajo de España (con una clasificación de ‘EEE-‘, o Islandia, Dinamarca, Noruega y Suecia (con la máxima valoración).
Standard Ethics ha observado una “reducción” en la distancia entre la Ciudad del Vaticano y las exigencias internacionales en cuanto a transparencia y rendición de cuentas en sus finanzas e instituciones financieras y una “colaboración activa” para el crecimiento de la comunidad internacional.
Concretamente, ve relevantes los pasos dados por el Vaticano contra el lavado de dinero, los delitos financieros y la financiación del terrorismo, sobre todo, gracias a la progresiva adecuación a las indicaciones del Action Task Force y del Moneyval del Consejo de Europa.
El avance más importante en el ámbito del Gobierno de este estado, según la agencia, es la reciente Ley del 8 de octubre de 2013 para la transparencia y la vigilancia de la información financiera, la cual, según añade, concluye un proceso que comenzó hace unos años con la creación de la Autoridad de Información Financiera.
Además, apunta que otros elementos de transparencia son la publicación del Informe Anual sobre la actividad del Instituto para las Obras de Religión (IOR) en la página web de este órgano. Estas acciones, según indica la agencia, refuerzan la intención de crear un sistema de control “eficaz y sostenible a largo plazo”.
Por otra parte, Standard Ethics señala que permanecen bajo observación elementos de transición de la legislación interna sobre los abusos contra menores.
Fuente: Corresponsables | @IQLatino