1) La innovación, en estos momentos de la historia, está orientada a resolver problemas, más que a generar tecnología que permita “crear” cosas nuevas. Sin embargo, el problema de los “problemas” es que cuesta mucho verlos como “problemas” (dado que forman parte de una rutina) hasta que se resuelven. Cada vez hay más personas con espíritu crítico lo suficientemente arraigado como para estar dispuestos y ser capaces de detectar problemas en su ámbito personal y profesional, como clientes, como usuarios, como trabajadores, como ciudadanos.
2) Están emergiendo algunas tecnologías que pueden tener un gran impacto en el futuro, entre otras: Nuevos materiales, Integración de tecnología en humanos, Impresión en 3 dimensiones(e-printing, bioprinting), Herramientas digitales, Herramientas y tecnología vinculada a la promoción de la Salud preventiva.
3) Es el momento de darle una nueva “vuelta de rosca” a los sectores industriales. Se abandona la concepción de “macro industria” (como la del automóvil) intervenida por los gobiernos y se transita hacia una industria más ligera, estructurada alrededor de empresas muy versátiles y especializadas que venden a todo el mundo desde cualquier lugar del mundo. Se robotizan al máximo las plantas de fabricación y aparecen empresas que crean nichos excelentes de producto. Reinventarse es clave para la principal fuente de innovación del planeta, la manufactura.
4) Sobre cuál es la innovación radical o disruptiva que pueda cambiar el mundo, Alfons Cornella propone algunos centros de interés que pueden desencadenar innovaciones disruptivas:
- La internet de las cosas. La interconexión de todas las cosas y las personas puede desencadenar que las cosas empiecen a tomar decisiones sobre otras cosas, sin intervención de personas.
- La energía. Un cambio tecnológico en alguna de las siguientes energías puede ser determinante para el futuro.
- -Solar. Tiene un serio problema de eficiencia, pero debería ser la energía del planeta, ya que el consumo energético de las personas en el planeta con respecto a la energía solar que recibimos es de una proporción de 15 a 89000.
- -Energía de fusión nuclear. Muchos países están trabajando de forma conjunta en ella.
- -El auge de las nuevas maneras de acceder a las capas de petróleo de la tierra. Posibilidad de obtener combustible fósil barato explotado a través de tecnologías complejas.
- La economía circular. Hace años que se sabe que el planeta no puede mantener su actividad con el nivel de explotación de materias primas que está sufriendo. Debe identificarse modelos que integren producción, consumo y reutilización de forma mucho más comprometida.
- La creación de algoritmos que funcionen para utilizar datos e información en todos los ámbitos.
- La visión de una ciencia directamente vinculada al impacto que produce en la sociedad, a la “economía”. Abandonar los marcos teóricos de la ciencia y centrarse en desarrollar ciencia con sentido para la sociedad y para el planeta, para hacer economía.
Mientras escribía, me fijaba en que Alfons no entra a juzgar qué tendencias en innovación pueden ser “mejores” o “peores”, para la sociedad o para el planeta, en un futuro.
A primera vista, parece que perpetuar un modelo energético basado en seguir extrayendo petróleo es menos “viable” a largo plazo para el planeta que un modelo energético basado en mejorar la eficiencia de la captación de una energía renovable como es el Sol. O que la economía circular, basada en un concepto de recursos limitados en un planeta limitado, es un término más sostenible que el de bioimpresión en 3D.
Creo que ya no estamos en un momento en el que podamos observar sin elegir, sin mojarnos, sin decidir qué tipo de apuestas hacemos.
Los investigadores tienen que determinar sobre qué investigan, los emprendedores sobre qué emprenden, los que identificamos y gestionamos proyectos sobre qué proyectos promovemos, y tienen que ser las investigaciones, emprendimientos y promociones que encajen con nuestros valores, que contribuyan a una sociedad con sentido.
El planeta que tendremos será la suma de todas esas decisiones individuales, tomemos las que creamos más correctas, y no nos dejemos llevar por “el dinero que voy a ganar” o “el reconocimiento que voy a obtener”. Centrémonos en trabajar para las generaciones futuras.
Innobalears