No es lo común pero algunas grandes empresas han tenido el valor de pedir públicamente perdón por alguna acción u omisión propia que ha causado perjuicios a terceros o al medio ambiente. En 2011, un poco tarde, la marca alemana Hugo Boss se disculpó en 2011 por sus vínculos con los nazis (le fabricó los uniformes) durante la Segunda Guerra Mundial.
La corporación japonesa Mitsubishi confesó haber utilizado a prisioneros de guerra estadounidenses como mano de obra esclava. Aunque lo hizo también un poco tarde, 70 años después, pidió perdón.
El trabajo forzoso también ha sido la vergüenza de Bosch, Daimler, Deutsche Bank, Mercedes Benz, Volkswagen y otras empresas alemanas.
La disculpa de Boss se materializó en un fondo de compensación de US$ 5.500 millones para los sobrevivientes de la era nazi.
La petrolera británica BP también se responsabilizó por el derrame petrolero en el Golfo de México, donde explotó su plataforma Deepwater Horizon en 2010, virtiendo al mar 35.000 y 60.000 barriles por día. Le tocó pagar US$18.700 millones por el derrame de crudo. Pero BP no supo o no quiso disculparse de inmediato. Le costó tiempo asumir la responsabilidad.
Otro caso esel de News of the World, uno de los diarios en inglés de mayor circulación del mundo y propiedad de la empresa News Corporation, del magnate Rupert Murdoch. Al descubrirse que algunos reporteros realizaron escuchas telefónicas ilegales contra miles de personas, Murdoch debió dar la cara por la empresa y reconocer una “grave irregularidad”.
Pero no siempre ocurre. La agencia de viajes británica Thomas Cook jamás pidió perdón a la familia de dos hermanos británicos, que fallecieron a causa de la fuga de carbono monóxido de una caldera defectuosa mientras estaban de vacaciones en la isla griega de Corfú con su familia.
Lo mismo que Union Carbide, nunca pidió perdón por una fuga de gas tóxico ocurrida en 1984 en una fábrica de pesticidas en Bhopal, una ciudad de India, que mató a más de 3.000 personas y dejó a unos 40.000 con secuelas.
Fuente: Artículo publicado originalmente en BBC Mundo | versión IQ Latino
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