En España se puede donar la voz a personas que la pierden

Luis Medina es un periodista en Madrid de 61 años. Durante 35 años ha reportado temas de salud: reportó sobre enfermedades. Ahora una le hace perder la voz.

La Esclerosis Lateral Amiotrófica (más famosa por sus siglas, ELA) le ha paralizado músculos del cuerpo. Empezó con debilidad en las piernas; una caída le produjo un hematoma cerebral, lo que le llevó al médico y al diagnóstico el 8 de mayo de 2019.

La ELA no tiene cura hasta ahora. Es una enfermedad neurodegenerativa y rara, con una esperanza de vida muy corta, que va paralizando el cuerpo entero progresivamente

A Luis Medina le está afectando los músculos de la garganta, las cuerdas vocales y la faringe. Su voz es un hilo, apenas puede ya hablar.

Cuando los pacientes de ELA pierden el habla, una voz sintetizada sustituye la suya: un dispositivo convierte textos en palabras sonoras robotizadas. Stephen Hawkins es un ejemplo bien conocido de cómo funciona.

Pero ahora Luis Medina tiene la posibilidad de usar una voz con un tono más natural y humano. Su hijo Álvaro Medina, el autor de la nota de eldiario.es en la que cuenta la historia, le va a donar la suya. Esto es posible por un proyecto de la Universidad del País Vasco, al norte de España: Aholab Signal Processing Laboratory, y con la campaña #Donatuvoz.

Consiste en un banco de voces de donantes que han grabado 100 frases. En estas frases están todos los fonemas que se necesitan para crear las voces, una voz promedio, escribe Medina.

Las frases son, por ejemplo:

“Ya están rogando a Dios que no llueva esta tarde, aunque por otro lado, lo necesitan”.

“Deja mucha buena obra hecha, pero me rehúye el balance”.

Imagen tomada del Twitter de Álvaro Medina

Lo que se requiere para donar es una computadora y un micrófono (el de los audífonos funciona). Se graban las frases en la plataforma –se puede repetir varias veces si sale mal–. Los encargados del proyecto categorizan por sexo y edad. El paciente debe ponerse en contacto con Aholab, y sus investigadores seleccionan la voz que puede ser más apta para el solicitante.

Si el paciente no ha perdido todavía el habla, también puede grabar la suya, para usarla cuando la necesite.

Imagen tomada del Twitter de Álvaro Medina

La voz no queda completamente natural –esto sigue siendo un sintetizador—pero sí con un tono más familiar.

El proyecto comenzó hace 10 años. Álvaro Medina entrevistó a Inma Hernáez, fundadora del laboratorio, profesora experta en síntesis de habla. Hernáez ideó primero el Aholab pensando en su hermana, que tenía cáncer en la cabeza y el cuello: iba a perder la voz. Desde entonces, le dijo Hernáez a Medina, el proyecto ha continuado con poco financiamiento. Está destinado a todas las personas que tienen dificultades del habla o la han perdido, por cualquier motivo.

Mientras hacía el reportaje, Álvaro Medina habló de esta iniciativa en Twitter, el pasado diciembre. La avalancha de donaciones fue tal –3 mil en un día—que la página web se paralizó y está en mantenimiento. “Ante la cantidad de comentarios y solicitudes recibidas, con motivo del desarrollo del proyecto AhoMyTTS, el sistema ha tenido que parar. Confiamos en poder estar operativos en un breve periodo de tiempo. Gracias por vuestra comprensión”.

En el caché de la página se puede leer que el proyecto es políglota. Acepta donaciones en español, euskera, catalán, gallego, eslovaco, chino mandarín, irlandés e inglés.

Luis Medina ya probó su nuevo sintetizador con la voz de su hijo.

“Hoy es un día importante. Es la primera vez que uso la voz de mi hijo Álvaro, que me la ha donado para que pueda dejar esa voz completamente despersonalizada y robótica común para todos los que utilizamos este tipo de ayuda técnica”, se le oye decir con la voz de Álvaro.

“No mejora la calidad de vida, pero sí te permite una mejor calidad emocional en la comunicación, pues no te sientes como un extraño cuando hablas a otra persona. Al menos tu voz es familiar”, termina.

 

Foto: TheAngryTeddy/Pixabay