Dominicanos protestan en las calles por la suspensión de las elecciones municipales el pasado 16 de febrero. La suspensión fue realizada por la Junta Central Electoral (JCE) argumentando que hubo problemas en el sistema de voto electrónico, que estaba siendo utilizado por primera vez en el país. Toda esto a tres meses de las elecciones presidenciales.
El gobierno de la Republica Dominicana, en aras de mejorar el sistema de votación hizo una inversión para automatizar el voto, esto lo iba a aprovechar el 62% del padrón electoral, el resto lo seguiría haciendo de forma manual. En esas elecciones se iban a elegir 3.849 cargos municipales, sin embargo, a cuatro horas de haber empezado la jornada electoral un poco menos del 12% de las maquinas de votación presentaron inconvenientes. La falla provocó que no todos los partidos políticos aparecieran en las pantallas, en consecuencia los partidos afectados presentaron sus quejas. El presidente de la JCE anunció al país que las elecciones se deben suspender puesto que “sin una boleta que no esté completa, para todos los partidos, esa elección no se puede realizar”.
La suspensión generó acusaciones de ambos lados, tanto del gobierno como los partidos de oposición. Luis Abinader que es el líder de la oposición catalogó de “grave atropello a los derechos democráticos” el hecho de suspender las elecciones. El actual presidente Danilo Medina afirmó que hubo un sabotaje y acusó a sectores internos del organismo electoral. Por otro lado, la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) anunció en un comunicado de prensa que, dada las circunstancias extraordinarias entiende la decisión de la JCE de suspender la totalidad de las elecciones.
La JCE extendió la fecha de las elecciones para el 15 de marzo, a su vez invitaron a la Misión de la OEA a permanecer en el país para ser garantes y auditores de la misma. La OEA considera que se debe: intensificar el dialogo entre el gobierno y la oposición, garantizar elecciones creíbles, confiables y transparentes. La elección se llevará acabo de forma manual en la totalidad del territorio.
Entre tanto hay manifestaciones en Santo Domingo promovidas por la oposición que exigen la renuncia de los miembros de la JCE. Todo esto ocurre con la vista puesta en las elecciones presidenciales que serán el próximo 17 de mayo, las elecciones municipales iban a servir como ensayo y determinar la eficacia de la automatización.
IQ Latino se comunicó con Elizabeth R. Pavón que es Dominicana y trabaja en la administración del gobierno actual. Ella nos comentó que: “El tema electoral visto en la República Dominicana refleja varios ámbitos, primeramente una suspensión de las elecciones nunca visto en la historia de la República Dominicana lo que generó indignación no solamente a los partidos de oposición sino también a los partidos de gobierno.
Que la oposición quiera reflejar que fueron los únicos afectados es pura y simple estrategia proselitismo ya que estamos hablando que el partido de gobierno tiene el mayor posicionamiento electoral.
El voto electrónico fue utilizado en las elecciones internas de los partidos, el pasado 6 de octubre, el cual no tuvo ningún inconveniente, más bien generó conocimientos rápidos de la decisión electoral así como evitar los acostumbrados robos de urnas y cierre de colegios electorales.
Dominicana sin lugar a dudas cuenta en un momento crucial para demostrar que se mantiene la democracia, por lo que se fijaron elecciones municipales justo un día después de la suspensión y el presidente de la República determinó apoderar a la OEA para la investigación a fines de evitar que lo que arroje la misma sea sujeto de incredulidad.
Ejercer el derecho al voto significa posicionar nuestra dignidad humana, exigir el respeto de nuestra opinión y reclamar por la via legal el cumplimiento fiel de nuestra voluntad como ciudadanos y ciudadanas.
Nuestra patria necesita el voto de todos los dominicanos este 15 de Marzo.”
La tecnología tiene que prevalecer, no podemos aferrarnos a mecanismos históricos por el “miedo” de que algún factor político pueda manipular las elecciones. Se debe garantizar y auditar la automatización del proceso, crear la confianza de los ciudadanos en los entes electorales y los métodos modernos para votar. La automatización no es un capricho, es una ventaja, una ayuda al sistema electoral; en la medida que los gobiernos generen la confianza y hagan de las elecciones un acto transparente, la atención estará puesta en las propuestas de los candidatos y no en el método de votación.