La escasez de agua a finales del siglo XXI podría ser el principal problema del futuro sector eléctrico, que entonces estará basado fundamentalmente en fuentes renovables, como los biocombustibles o las centrales hidroeléctricas, que necesitan este recurso hídrico, según alertó el vicepresidente Internacional de Desarrollo Científico de la multinacional Total, Philippe Tanguy. El especialista considera que la probable competencia que surgirá entre agricultura y energía debido a la escasez de agua no tiene una solución global si no que “debe adaptarse a cada país o región”. Por ejemplo, en el caso de Brasil, a pesar de que posee muchos yacimientos de gas, cuenta con una producción azucarera tan “rica” que podría ser utilizada como biocombustible.
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