Evolución e innovación social

A menos de mil días de rendir cuentas al mundo, requerimos innovación social para un uso efectivo de los recursos y acelerar el cumplimiento de los objetivos de desarrollo del milenio

Una de las mayores enseñanzas que nos presenta la naturaleza, es el privilegio de la evolución sobre la revolución. Ojalá los políticos y más de un honorable ciudadano, entendiera que los cambios no se logran de la noche a la mañana. ¡Si hasta el universo arrancó siendo una masa de átomos…

Cuando digo evolución hablo de cómo los grandes cambios se generan al estilo del Descuartizador: por partes. Un buen ejemplo de ello es la inclusión del tema de sostenibilidad en las grandes empresas. Primero se hablaba de filantropía empresarial, cuando el empresario apoyaba obras sociales sin percatarse por el sentido de sus aportes para su empresa.

Más tarde, a finales de los 90 se empezó a hablar de Responsabilidad Social Corporativa, cuando la suicida y temprana apertura económica que para nosotros fue el Gobierno Gaviria, dejó millones de personas en condiciones de pobreza. Para 1993, el 50% de los colombianos estaba debajo de la línea de pobreza.

Hablando de Responsabilidad Social Corporativa, las empresas comenzaron a encontrarse en el beneficio social viendo que su inversión en la sociedad tiene una retribución a sus negocios. En los últimos años, de la mano de sus procesos de internacionalización, las empresas han adoptado estrategias de impacto social y ambiental que generan una retribución económica.

Por ejemplo, Coca-Cola encontró una inmensa dificultad para distribuir sus productos en algunos países de África. Así pues, Sabco, la embotelladora africana de Coca-Cola, ha implementado un sistema de distribución manual, en el que hombres y mujeres de países como Tanzania, son distribuidores en pequeñas tiendas de los productos Coca-Cola.

Con el proyecto de Innovación Social Corporativa denominado MDC, se han empleado más de 7.500 personas entre hombres y mujeres. A su vez, la multinacional busca crear entre 1.300-2.000 empresas de distribución en poblaciones rurales africanas que den más de 8.400 nuevos puestos de trabajo, generadores de 500 millones de dólares en las economías locales de África.

No yendo muy lejos, el Grupo Nutresa desarrolla el Fondo de inversiones Cacao Siembra Futuro, que brinda apoyo técnico y financiero en las etapas de establecimiento y desarrollo del cultivo a cerca de 170 familias cacaoteras.

Las grandes empresas se piensan dentro de los objetivos de desarrollo del milenio establecidos por la ONU en 2000. Los emprendimientos sociales trabajan en herramientas que les permiten ampliar su impacto en las alternativas de solución a problemas sociales. El Estado ha dado paso a programas que permitan cumplir con los Objetivos.

Pero a menos de mil días de rendir cuentas al mundo sobre los logros, requerimos de elementos de innovación social que hagan un uso efectivo de los recursos y aceleren desde lo empresarial el cumplimiento de los objetivos de desarrollo del milenio.