Investigadores de Corning y otros sitios han descubierto hace poco que se puede usar Gorilla Glass, el cristal endurecido que se suele usar para pantallas de teléfonos inteligentes, para fabricar sensores químicos y biológicos muy sensibles capaces de detectar, por ejemplo, trazas de gas sarín en el aire y patógenos concretos en el agua.
Estos sensores son sólo uno de los proyectos que adelantan laboratorios de Corning en el Estado de Nueva York (EEUU). En las últimas décadas, los avances de la compañía en la fabricación de cristal han dado lugar a tecnologías como la fibra óptica y las pantallas planas.
Ahora, gracias al Gorilla Glass, la marca se asocia con los últimos smartphones. Pero a pesar del impresionante éxito de ese producto, la empresa está intentando apuntarse al próximo boom en el mundo de la alta tecnología.
Las pantallas de todo tipo suponen la mitad de los ingresos de Corning, y de eso aproximadamente una tercera parte corresponde a Gorilla Glass.
Para ampliar este mercado y resistir a los embates de otros materiales, Corning intenta añadir funciones al Gorilla Glass, como esta de la aplicación sensora.
La posibilidad de convertir el teléfono en un sensor químico y biológico es uno de los proyectos más nuevos del laboratorio, a través de ondas capaces de encerrar y dirigir la luz en el Gorilla Glass.
Los investigadores de Corning también han descubierto que el Gorilla Glass tiene propiedades acústicas útiles. Vibra de una forma distinta al cristal convencional, apagando las ondas de sonido. La aplicación más sencilla sería como aislante acústico ya que bloquea el sonido mejor que el cristal normal.
Fuente: Reportaje originalmente publicado en MIT Technology Review | versión IQLatino
Imagen: gizmodo.com