En los océanos, lejos de la costa, el viento sopla con más fuerza y sin detenerse. Hasta ahora no existía una tecnología que permitiera aprovechar las corrientes de aire que hay en sitios con mayor profundidad del lecho marino, pues las granjas eólicas en el mar se construían sobre pilares. Esto está a punto de cambiar con la construcción del primer conjunto de turbinas eólicas que flotarán sobre las olas.
A miles de kilómetros a lo largo del Maine, Massachusetts y Rhode Island ya es posible emplazar “Áreas de energía eólica” mediante parques flotantes, un proyecto que podría liderar el cambio en Estados Unidos en cuanto a energía renovable fuera de tierra firme.
En el Cabo de Massachusetts el proyecto eólico ya está en marcha, pero Maine va más rápido con la construcción de parques eólicos flotantes. El proyecto piloto alcanza los 120 millones de dólares para la construcción de cuatro grupos de 3 megavatios sobre el aguas de 500 metros de profundidad, frente a la costa.
Será la primera vez que se construyan estas turbinas en aguas estadounidenses. Statoil de Noruega dirigirá el proyecto y espera poder comenzar a dar frutos dentro de tres años.
Un modelo a escala reducida de una turbina eólica marina, el proyecto Volturno, también pondrá a prueba la tecnología alternativa en el Golfo de Maine en 2013. Si todo va bien, dicen sus promotores, estos pilotos darán puestos de trabajo en la industria y generarán miles de millones de dólares para EEUU.
“La tecnología está probada”, dijo Kristin Aamodt, gerente del proyecto, al diario Portland Press Herald. “Nosotros sabemos que funciona. Pero queremos ahora reducir los costos”.
El objetivo es reducir los costos entre 10 a 15 centavos de dólar por kilovatio-hora, lo que la haría competitiva con precios de la electricidad hoy en día.