Nueve días después de la devastación que dejó el huracán Matthew , a su paso por Haití el 4 de octubre —el más fuerte en tocar el Caribe en diez años–las organizaciones de ayuda humanitaria piden atención para lo que llaman “un importante desastre humanitario”, de acuerdo con ABC News, que, usando cifras del ministro del Interior de ese país, dice que 1,4 millones (de sus poco más de 10 millones de habitantes) “necesitan asistencia urgente”, un dato que ha aportado la Organización de Naciones Unidas (ONU). Según USA Today, la ONU ha requerido 120 millones de dólares en ayuda, para la “protección y asistencia que puede salvar las vidas”, en concreto, de 750 mil personas, en los próximos tres meses.
Las mujeres y los niños son los que más sufren la tragedia.
El suroeste del país es el más afectado por el huracán de categoría 4, que azotó la isla con vientos de 233 kilómetros por hora. La cifra oficial de muertes es de 336, mientras los funcionarios no terminan de visitar todavía las zonas más afectadas. La de Protección Civil es de 473 fallecidos. La agencia Reuters, sin embargo, hizo un recuento propio, recabando cifras de funcionarios locales, y encontró que el número sube hasta las 1.000 personas. “Haití comenzó a enterrar algunos de sus muertos en fosas comunes (…) dijo un funcionario del gobierno el domingo, mientras el cólera se expande en el devastado suroeste(…)”, dice el reporte de la agencia.
Entrevistado por ABC News, Garret Ingoglia, vicepresidente de respuesta de emergencias de la organización Americares, dijo que “la severidad del daño no ha sido transmitida por los medios”.
“Hay secciones completas del oeste de la península del sur, de la parte suroeste de Haití, que están totalmente devastadas. Hay lugares donde el 90% de la infraestructura se vino abajo. Los cultivos están destruidos; no hay comida, no hay mucha agua limpia. [La localidad de] Côteaux no existe ya, básicamente. Está casi toda aplastada. En toda la punta de la península, esa zona ha obtenido muy poca ayuda. No se puede conducir hasta allí, la única forma de llegar es por helicóptero. Las vías están cerradas. Ha sido imposible que lleguen allí alimentos, agua, medicinas”, afirmó.
Y agregó: “Tan pronto como el huracán llegó, la gente dijo, ok, tenemos que prepararnos para el cólera, pero no creo que la gente esperara que llegara tan rápido o de forma tan severa. Esto requiere una ayuda humanitaria masiva que no ha ocurrido aún”.
La organización Mercy Corps ha distribuido kits con material de refugio para quienes perdieron sus casas “y ha comenzado a pensar en proyectos de recuperación de largo plazo”.
Del buque de bandera estadounidense USS Mesa Verde desembarcaron 300 marines para labores de socorro, y del Iwo Jima llegaran 500 más, con más aeronaves.
Aunque, según Ingoglia, Americare ha transportado cerca de media tonelada de medicinas a Haití, estima que se necesitan muchos más medicamentos para el cólera.
“Siento que no hay suficiente atención a este desastre, la cantidad de recursos que se están dando no se corresponden con lo que se necesita. La gente no parece estar concentrándose mucho en esto”.
Un reporte de la ONU publicado el 12 de octubre, dos días después de las declaraciones de Ingoglia, informó que la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (Minustah por sus siglas en inglés) se está enfocando en abrir las vías para permitir que llega la ayuda humanitaria a las zonas afectadas.
“Gracias a los esfuerzos de ingenieros de Minustah y las autoridades locales, las vías han sido despejadas y ahora hay acceso desde Puerto Príncipe, la sede del aeropuerto del país y donde la mayoría de la ayuda es descargada, hacia todas las áreas en el suroeste del país, incluyendo Les Cayes y Jérémie, donde el huracán tocó tierra el 4 de octubre”, dice el despacho, con información atribuida a Mourad Wahba, representante especial adjunto de Minustah.
“Pero lo que queda es despejar las vías secundarias, donde bastante gente necesita apoyo y es urgente que sigamos moviéndonos allí”, agregó.
El 11 de octubre, según Wahba, un convoy de 26 camiones salieron de Puerto Príncipe con productos no alimentarios, y otros 26 salieron el 12 de octubre con productos alimentarios y no alimentarios, además de un “gigantesco sistema de purificación del agua donado por el gobierno francés. Por eso afirmó, además, que Minustah también está dando seguridad los convoyes de ayuda humanitaria. “Como pueden imaginar, las poblaciones de algunas de las rutas a las que la ayuda no ha llegado están enfadados, están buscando comida, y necesitamos asegurarnos de que [este socorro] esté seguro para que llegue a su destino”.
NBC Washington hace una lista de organizaciones a través de las cuales se puede ayudar a Haití mediante donaciones, entre ellas Partners in Health, que manejan dispensarios en las regiones más pobres de Haití, un hospital para investigaciones y programas comunitarios de salud; Prodev, una fundación que lleva escuelas y centros comunitarios; Project Medishare, que ayuda a la reconstrucción del sistema de salud de la isla; The Organization for the Rehabilitation of the Environment, que trabaja en mejorar las condiciones ambientales, agrícolas y económicas de las áreas rurales de Haití.
El artículo de ABC News dice que algunos grupos de ayuda tienen la preocupación de que se instale una hambruna de largo plazo en el país.
Haití, el primer país caribeño en independizarse de Europa, y en la actualidad, para su desgracia, el más pobre de América (y del hemisferio occidental, según el Banco Mundial), otra vez tocado por un desastre natural que deja en su territorio consecuencias catastróficas, está localizado en una zona de huracanes. Además, todavía hay partes del país que no terminan de recuperarse tras el terremoto de 2010, que mató 300 mil personas y dejó sin hogares a 1,5 millones de personas, además de inundaciones masivas al año siguiente.
Pero como explica un artículo de CityLab, que consulta a expertos, hay otros factores que explican que Haití no salga de la tragedia. “La topografía natural, la degradación ambiental y la urbanización en las áreas cercanas a las desembocaduras de los ríos son todas responsables de estas inundaciones desproporcionadas”, dice el artículo, y enumera las recomendaciones de Alex Fischer, director asociado de Haiti Research and Policy Program del Centro de Globalización y Desarrollo Sostenible de la Universidad de Columbia: mejores sistemas de advertencia temprana, gestión de cuencas, drenaje urbano y viviendas formales e informales. Pero el texto recuerda que la pobreza es el mayor factor. “Creo que no es un problema fundamentalmente de planificación urbana. Es un problema relacionado con la pobreza. No puedes planificar mejor para Puerto Príncipe sin considerar todos los factores que socavan la ejecución de esos planes –los actores internacionales que controlan la billetera de Haiti, los pobres rurales que son el combustible de los pobres urbanos, el gobierno centralizado con poco poder, los gobiernos locales con presupuestos inexistentes”, les dice Melika Edquist, gerente de data, monitoreo e iniciativas de rendición de cuentas de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la ONU.
Mire imágenes de la devastación de Matthew en Haití del fotógrafo Andrew McConnell de la revista Time, que estaba allí cuando llegó el huracán, en USA Today y en Univision Noticias
Imagen: Captura de pantalla de CNN.com