Hopscotch: los niños aprenden a programar con un juego intuitivo

Este software disponible para Mac ofrece a los pequeños una serie de personajes que pueden ser programados para moverse de una forma determinada y llevar a cabo acciones divertidas

Entre las aplicaciones educativas más innovadoras ha surgido Hopscotch, con la cual se pretende iniciar a los más pequeños en la programación de una forma amena e intuitiva.

Hopscotch es el nombre en inglés para el popular juego infantil de la rayuela (o tejo) y es ahí de donde la aplicación, disponible para iOS, saca la inspiración para enseñar las nociones básicas de programación a los niños. El software ofrece una forma de aprender sencilla, para lo cual utiliza bloques de distintos colores (de ahí la comparación con la rayuela) que cumplen cada uno con una función o comando.

La aplicación está basada en el lenguaje de programación Scratch, cocinado en el MIT y orientado específicamente a desarrollar aplicaciones que permitan al público infantil aprender fácilmente a programar. Hopscotch está pensado para que los usuarios creen juegos y definan personajes mediante la colocación de bloques.

El objetivo del software es propiciar un entorno entretenido, que se pueda utilizar como una forma de jugar en sí misma para el niño. Se trata de un sistema intuitivo que permite crear animaciones e incluso juegos. De esta forma, un niño puede crear su propio juego, jugando.

Hopscotch cuenta con una serie de personajes disponibles, que pueden ser programados para moverse de una forma determinada y llevar a cabo ciertas acciones. Incluso se les pueden dar reglas para que interactúen entre ellos o hagan dibujos. Para controlarlos el niño puede sacudir su dispositivo, inclinarlo y hasta gritar al personaje para que reaccione. Cada modificación que se haga con la colocación de un bloque se puede visualizar en una vista previa para comprobar cómo afecta al conjunto creado.

Como complemento a esta funcionalidad, Hopscotch permite ver también lo que han creado otros usuarios de todo el mundo con la aplicación, de manera que la experiencia puede resultar más enriquecedora si cabe. El software es uno de los que han aprovechado las capacidades del lenguaje de desarrollo Scratch.

No es la única aplicación que se ha servido de Scratch, la aplicación para iPad Tynker ofrece también un entorno basado en la misma tecnología, cuyo fin es que los niños ejerciten habilidades ligadas a la programación. En este caso el formato utilizado son puzzles, que potencian la visión espacial y la capacidad para reconocer patrones.

Scratch, la opción con la que trabajan en Talentum Schools, tal vez sea el lenguaje de su clase más extendido, pero hay otros. El MIT también ha engendrado App Inventor, que está centrado en el desarrollo en smartphones y tabletas, con las particularidades que este trabajo conlleva. Hasta Microsoft ha lanzado su propia iniciativa con un entorno visual y sencillo, Kodu.

Fuente: Think Big | @IQLatino