En los últimos meses ha surgido un sustituto del huevo, Beyond Eggs, que según Morgan Oliveira, su directora de comunicación, “es capaz de reemplazar a los huevos en muchos procesos de elaboración de alimentos, como por ejemplo a la hora de preparar una mayonesa”.
Hampton Creek Foods, sus creadores, son una empresa de Silicon Valley que está a solo unas manzanas de las sedes de Airbnb o Zynga. Si Beyond Meat tenía el apoyo de uno de los creadores de Twitter, Biz Stone, Beyond Eggs cuenta con el apoyo indirecto de Bill Gates a través del Fondo de Inversión de Vinod Khosla. En las oficinas de Hampton tienen colgada bien visible la foto del fundador de Microsoft probando una galleta hecha con su producto.
La industria de internet está viendo en la creación de alimentos más éticos y sostenibles un filón y casi una necesidad para el futuro. “Los tiempos están cambiando”, asegura Morgan a la revista Yorokobu.
“Las personas cada vez son más conscientes de los graves problemas que tiene nuestro sistema de producción de alimentos y la urgencia de arreglarlo. La humanidad se está acercando rápidamente a los 9.000 millones de habitantes y si continuamos confiando en los animales para alimentarnos, es imposible que seamos capaces de atender a tanta gente”.
Además, resalta que ningún animal sufre en el proceso. “De los 65 millones de toneladas de huevos que se produjeron durante el año 2012, el 99% provinieron de granjas de explotación intensiva en las que las gallinas están hacinadas en pequeñas jaulas durante sus dos años de vida productiva. Nunca ven el sol, ni siquiera caminan ni pueden estirar las alas. Nosotros opinamos que eso no está bien”. Para hacerse una idea del espacio en el que vive una gallina: es similar al de la pantalla de un iPad.
“Hay que ser realistas respecto al coste medioambiental de la producción de huevos, ya que requiere grandes cantidades de soja o maíz, en muchos casos transgénicos, para alimentar a los animales, lo que a su vez necesita de muchos fertilizantes y agua. La ganadería intensiva es además una de las principales causantes del cambio climático”.
El caso de Beyond Egg es interesante porque no está dirigido por ahora a los consumidores finales, sino que está pensado inicialmente para sustituir el uso del huevo en la fabricación de alimentos a nivel industrial. Para conseguir esto cuenta con argumentos demoledores: defienden que su textura, sabor y color son casi idénticos a los del huevo, no tiene colesterol, tiene una fecha de caducidad mucho más prolongada, no hay riesgo de contagio de salmonella y, quizá lo más interesante para las corporaciones, es un 19% más barato.
Esta última característica es sumamente importante para convencer a las grandes compañías de la industria alimentaria para que dejen de utilizar huevo. Estas empresas son los mayores consumidores de huevos en el mundo y lo utilizan como ingrediente en todo tipo de productos. El uso de Beyond Eggs en sus fórmulas haría que muchos de sus productos se convirtieran en aptos para millones de alérgicos al huevo, vegetarianos y veganos.
Los alimentos procesados tienen mala reputación, suelen llevar conservantes, colorantes, cantidades excesivas de sal y azúcar… En Hampton Creek Foods afirman haber tenido este factor en cuenta: “Entre los ingredientes de Beyond Eggs hay guisantes, lecitina de girasol, aceite vegetal y gomas naturales, no tiene gluten ni colesterol y el resultado es, de hecho, más sano que un huevo de gallina”.
Beyond Eggs no sustituirá a los huevos a corto plazo y habrá que esperar para ver si sus beneficios reales se confirman con pruebas independientes. En breve lanzarán dos productos. “Uno es Beyond Eggs For Cookies, un sustituto del huevo sobre todo para pastelería. Se trata de una mezcla en polvo que viene en un sobre que se puede abrir y cerrar cuantas veces se quiera; además estamos trabajando en el lanzamiento de una mayonesa sin huevo a la que vamos a llamar Just Mayo”, añade Oliveira.
Fuente: Yorokobu