La crisis urbana que afrontan principalmente los países de América Latina exige una nueva gestión política y social que recojan e integren los factores que promueven las dinámicas sociales. La promesa de ciudades de proyectar un progreso aplicando nuevas tecnologías ha derivado epicentros de marginación en el que el impacto de este progreso beneficia a un núcleo muy reducido, erosionando la ciudad en diferentes estratos de desigualdad. La misma demanda de estos estratos pone en crisis la labor de políticos, urbanistas y arquitectos que optan por el crecimiento y desarrollo de las ciudades.
Ha surgido, en contraposición a esta crisis urbana, iniciativas que arrojan nuevas dinámicas, capaces de integrar y optimizar el desarrollo de las comunidades, partiendo de un proceso en conjunto entre los conocimientos técnicos de los profesionales y la colaboración de las comunidades con sus inteligencias locales. Este tipo de iniciativas permite diluir las fronteras ente las distintas ciencias que atañen al diseño y planeación urbana, ofreciendo soluciones verdaderamente eficaces con un mayor impacto social.
De este diseño y trabajo participativo se desprende un nuevo sentido de pertenencia y generan una identidad ciudadana garante del desarrollo personal y colectivo. En este proceso quiere investigar la Universidad Rafael Urdaneta, de Venezuela, a raíz del taller Intervenciones urbanas participativas, en el cual participan estudiantes de las escuelas de Ciencias políticas y de Arquitectura. Ambas escuelas se unen para tratar la problemática que atañe a dos comunidades del Oeste de la ciudad de Maracaibo, en el occidente del país suramericano: Las Trinitarias y 19 de abril.
El encuentro con las comunidades hace evidente la inseguridad que mantiene la población con respecto a proyectos que puedan plantearse y resulta difícil romper los esquemas con los que han trabajado tantos años, pero optar por intervenciones urbanas participativas que partan de las dinámicas sociales siempre será un proceso de inclusión y una auténtica construcción de la ciudad, fruto de esto es el rescate y revaloración del espacio público casi inexistente en los estratos sociales más bajos donde el utilitarismo del espacio hace más importante el desarrollo de viviendas y comercios en respuesta a las necesidades básicas.
Las propuestas surgidas en el transcurso del taller centran sus esfuerzos en la promoción del espacio público como nuevo objeto que recoja las dinámicas sociales y las potencie. Aún desde una perspectiva muy académica y existiendo límites entre los conocimientos técnicos y locales el taller de Intervenciones urbanas participativas permite descubrir y desarrollar un nuevo proceso de diseño en donde la ciudad se va construyendo a sí misma a raíz de las demandas de sus habitantes y de sus dinámicas de vida ofreciendo respuestas altamente eficientes a los problemas particulares que atañen a las diversas comunidades.
Manuel Ocando, especial para IQLatino