Intervenciones Urbanas Participativas: una mirada a la ciudad

La ciudad pide necesaria convivencia entre las formas del pasado y del presente, entre tradición e innovación. Para que pueda ser vivida por sus propios, son vitales las estrategias basadas en la Participación Ciudadana y la Innovación Social de cara a regenerar estas zonas urbanas donde la Arquitectura y el Patrimonio jueguen un papel decisivo como dinamizadores sociales y económicos, así como recursos educativos para su preservación.

“Lo emocionante para nosotros en este tipo de producciones era la certeza de que para bien o para mal, representaban algo que no era posible por el trabajo de una sola mente”.

André Breton / Cadáver Exquisito.

Espontaneidad, intuición, mundo subconsciente eran las claves del proceso de creación surrealista, obsesionado con descubrir los verdaderos impulsos que habitan en los individuos. El auge de la cultura colectiva, debido a las nuevas formas de comunicación, son herederas, en parte, de aquellas técnicas caóticas con las que los viejos poetas trataban de pervertir la realidad del arte y la sociedad.

De igual manera que un cadáver exquisito la ciudad es una composición cooperativa entre varios individuos que la componen, no solo de los que la habitan sino de todos los que en algún momento se encontraron en ella; cada acción que se realiza o sucede dentro de este lienzo ciudad afecta el resultado de la obra final llena de heterogeneidad donde las líneas de conexión son el elemento más resaltante;  resulta una obra única a partir de diferentes intenciones que generan multiplicidades que pueden o no ser automáticas, regidas por la espontaneidad y la intuición, posiblemente libres de presiones de estilo y coherencia de significado cuya voluntad puede mostrarse paradójica y hasta accidental o aleatoria, sin embargo ésta y todas las ciudades se sustentan en este ensamblaje azaroso de elementos anónimos y grupales, híbridos y múltiples, ajetreados y hasta desafortunados con sentidos de pasión y brevedad.

intervenciones urbanas participativas

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Hasta este momento la mirada hacia las ciudades se ha mantenido unidireccional, una mirada concentrada y fija que analiza desde un solo punto: el edificio y procura modificar la ciudad completa, es sumamente necesario revisar al mismo tiempo y conjuntamente las formas tradicionales de entender los conflictos sociales y la idea de ciudad, pues ella no es únicamente el resultado matemático de la suma de eventos e infraestructura, es además espacio de socialización conformado por miles de usuarios que despiertan cada mañana con un fuerte sentido del individualismo, con la idea de ser diferente, de expresarse, vivir y mostrarse dentro de la sociedad como seres versátiles, entonces, la ciudad se transforma en un lienzo donde miles de entes dejan su mensaje o algún tipo de señal que los identifique y que además es percibida y afecta al resto del colectivo de la ciudad; si estos sujetos que trabajan por generar espacios de atención a través de diferentes formas y situaciones son parte fundamental de nuestra sociedad y por ende de la localidad ¿Por qué nuestra ciudad es considerada y pretende ser analizada como un elemento único y generalizado de acciones y eventos?

Sigmund Freud en “El Malestar de la Cultura” explica que no se puede hablar de sociedad sin tener en cuenta al individuo ya que este determina la razón de ser de la misma encontrándose intrínseco en la realidad social, un proceso de transformación, que podría ser el caso de una rehabilitación arquitectónica; se enriquece cuando al individuo como parte de una sociedad se le involucra a participar en ella, por ella y para ella, en su comprensión, análisis e intervención, siendo parte inherente para la transformación a favor del desarrollo.

A pesar de la realidad global presente en nuestros tiempos la gente sigue buscando ser de un lugar, identificarse con ese sitio y sin embargo diferenciarse como un individuo concreto. Estamos situados en un lugar con características únicas en todos los ámbitos y rodeados de gran cantidad de individuos con cualidades parecidas y hasta iguales pero también lleno de condiciones diferentes y hasta contrapuestas. Estamos inmersos en una ciudad híbrida.

El término híbrido ha sido utilizado con mucha ligereza en el campo del Diseño Urbano, para referirse a la mezcolanza, perdiendo incluso la fuerza y el valor de su significado. “Sin embargo, los híbridos no reducen su acción a una sola dimensión, y han sido incorporados como recursos en diferentes campos disciplinares con suficiente seriedad, aludiendo a las mezclas como procesos conscientes que posibilitan la incursión en nuevos lenguajes que amplifican con significativa calidad las ideas que se tienen hasta el momento.” (Carola Herrera “Híbridos Urbanos p.86, 2006)

“Dentro del mosaico urbano, cada tejido implica un pensamiento y la expresión de una forma de hacer ciudad. La particularidad que asumen los elementos compositivos de cada tejido, representa la manifestación de un momento, de una «moda», de un tiempo dentro del proceso de configuración urbana de la metrópolis” (Carola Herrera De la genética a la ciudad. La espacialización de los híbridos urbanos p.95, 2009)

El espacio urbano sólo existe cuando es usado. No es un escenario vacío, ni un envoltorio, ni tampoco una forma que se impone a los hechos; es una actividad cuyos protagonistas son esos usuarios que reinterpretan la obra del diseñador a partir de las formas y la utilizan al tiempo que la recorren.  La ciudad entonces puede definirse como una suma de estratos superpuestos que la historia ha ido depositando cuidadosamente; y es esta misma ciudad la que pide a sus ciudadanos la necesaria convivencia entre las formas del pasado y del presente, entre tradición e innovación.  Para que pueda ser vivida por sus propios, son vitales las estrategias basadas en la Participación Ciudadana y la Innovación Social de cara a regenerar estas zonas urbanas donde la Arquitectura y el Patrimonio jueguen un papel decisivo como dinamizadores sociales y económicos, así como recursos educativos para su preservación.

Estamos en un mundo de imágenes por lo tanto también es necesario una imagen de la ciudad, la demografía, la cultura y el urbanismo, pero más importante la integración de estos elementos de manera satisfactoria proponen un gran reto para la ciudad actual para ello es necesario romper los paradigmas de los espacios únicos, separados e independientes aparentemente estables por si solos pero que al integrarse en una globalidad no aportan ningún valor al mismo; implementar una mirada polifocal que permita relacionar los aspectos nacientes en cada tiempo, de cada tejido y vincularlos con los elementos ya existentes, evitar los asentamientos urbanos aislados y crear enlaces que permitan la pluralidad fortaleciendo la unidad total,  tomar en cuenta el presente y el pasado, el interior y el exterior y todos los elementos de análisis utilizando los viejos enfoques y creando nuevos, con objetivos múltiples que permitan trabajar en diferentes ámbitos en paralelo para mejorarlo y potenciarlo de manera integral, de esta forma no solo cambia el espacio físico de la ciudad, sus fachadas o espacios públicos sino también la propia sociedad urbana.

Se podría decir que la utilización del Diseño participativo, como disciplina humana fundamental, es una de las técnicas básicas de nuestra civilización, con la presencia, en calidad de agentes activos, de los destinatarios directos, en operaciones de mejoramiento del hábitat propio, generan una metodología de trabajo adecuada, que facilita el desarrollo de las potencialidades humanas y sociales para la vida democrática y en consecuencia el desarrollo de la comunidad y de la ciudad.

Por María Gracia Gutiérrez, especial para IQLatino