El pasado 10 de julio se celebró, en la residencia del Embajador de la República Bolivariana de Venezuela, un acto que contó con la presencia de, no sólo reconocidos representantes del gobierno del Presidente Interino Juan Guaidó, sino también de la diáspora venezolana que reside en la ciudad de Washington D.C. Para muchos, la celebración de este acto fue de mucho valor sentimental al tratarse del primer encuentro en la residencia del embajador recién acreditado por los Estados Unidos; Carlos Vecchio.
La mayoría de la atención del evento recayó sobre el ahora ex-preso político Iván Simonovis, quien se fugó recientemente del arresto domiciliario al que había sido sentenciado por los tribunales que controla el régimen de Maduro. Hay que recordar que Simonovis fue detenido en 2004 por los hechos ocurridos contra el Presidente Chávez el 11 de abril de 2002. Iván era jefe de la policía y fue sentenciado en el 2009 a 30 años de prisión (la máxima pena que permiten las leyes venezolanas). En sus casi 15 años de privación de libertad, Simonovis fue torturado y sus derechos humanos fueron violados. En el año 2014, debido a su deteriorada salud, agravada por los maltratos recibidos en la celda, se le concedió el arresto domiciliario.
El 16 de mayo de este año, se dio a conocer en los medios que Simonovis se había escapado de su domicilio. El detective relató brevemente cómo fue el operativo y la preparación para su escape, aseguró que era arriesgado pero que contó con la ayuda de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) y el personal que hacía la custodia de su casa.
Simonovis agradeció de manera enfática el esfuerzo que hizo su esposa y su familia para que se le otorgaran no solo medidas cautelares, sino también la libertad plena. Agradeció igualmente a los “desconocidos” que de alguna manera le prestaron apoyo. Recordó que son más de “800 presos políticos” los que todavía sufren maltratos y violaciones de derechos humanos en Venezuela. Expresó que los venezolanos no deben cesar en su lucha puesto que la esperanza es lo último que se pierde. Reconoció que en su caso personal, la suerte lo ha acompañado al lograr escapar. No obstante, mencionó que hay muchos otros como sus dos compañeros de la policía que ya cumplieron su condena (15 años) y no han sido liberados. “Estas injusticias tienen que cesar”, afirmó Simonovis.
En medio del evento, el Embajador Vecchio tomó la palabra y anunció el nombramiento del comisario Simonovis como “Comisionado Especial de Seguridad e Inteligencia”. Entre los roles que desempeñará está el de informar a los cuerpos de inteligencia y de drogas estadounidense (FBI, DEA, CIA) sobre las actividades en las que se encuentran involucrados los altos funcionarios del gabinete de Maduro. Agregó que si bien es cierto que ya estos organismos especiales tienen abiertas investigaciones relacionadas a estas personas, para los estadounidenses es difícil mantenerse actualizados sobre la situación de Venezuela debido a la escasez y manipulación de la información. Por ese motivo, Simonovis afirma que, al él poseer contactos dentro del mando de los órganos torturadores de Maduro, podrá ayudar a combatir las injusticias
El comisario culminó agradeciendo su nombramiento por parte del Embajador Vecchio y se comprometió con Guaidó y todos los que luchan contra el régimen de Maduro. Recalcó que no hace vida política ni está inscrito en ningún partido, sino que toda su ayuda será desde el aspecto profesional para la caída del régimen corrupto de Nicolás Maduro Moros.
“Debemos pasar la página, pero tenemos que leerla” – Iván Simonovis.