La administración de Biden está preparada para adoptar un enfoque muy diferente hacia América Latina y el Caribe que la administración anterior. Bajo el presidente Trump, el pacto con nuestros vecinos centroamericanos fue silencio estadounidense frente a la corrupción y el abuso de poder a cambio de la colaboración de los gobiernos del triángulo norte (Guatemala, El Salvador y Honduras) con la plataforma anti inmigrante del presidente. Juan González, designado por el gobierno de Biden como Director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional, será el asesor principal del presidente en política latinoamericana. En una entrevista con El Faro, González expuso la visión de la nueva administración para la región.
Un enfoque central de la administración Biden será abordar la corrupción en la región y responder a las causas fundamentales que conducen a la migración irregular. “Tenemos que volver a la iniciativa que comenzó el presidente Biden cuando estaba en la Casa Blanca como vicepresidente, que es trabajar con los países de la región para resolver los problemas de pobreza, inequidad e inseguridad”, que es lo que empuja a la gente a dejar sus hogares e intentar el peligroso viaje a Estados Unidos, dijo González. Muchos de estos problemas “comienzan con la corrupción endémica que existe en el triángulo norte y en Latinoamérica,” agregó. Además, se comprometió a que la administración de Biden abordará estos temas con “humildad y con un espíritu de colaboración.” La pandemia de coronavirus, señaló, también es un problema que requerirá cooperación con aliados de América Latina, el Caribe y Canadá.
Se formará un grupo de trabajo entre el Departamento de Justicia y los fiscales federales en Centroamérica para abordar el problema de la corrupción, y el presidente Biden ha comprometido $ 4 mil millones de dólares para la región por un período de cuatro años. González explicó que Estados Unidos apoyará a los fiscales que, hasta ahora, han estado trabajando solos en sus investigaciones sobre el crimen organizado y la corrupción, brindándoles “todas las herramientas que tengan el gobierno de Estados Unidos y sus aliados internacionales para combatir la corrupción.” Expresó preocupación por la administración de Nayib Bukele de El Salvador, pero se comprometió a “trabajar con cualquier gobierno que haya sido elegido democráticamente,” manifestando “preocupaciones …en un contexto de respeto y de buena voluntad.” Sin embargo, dejó claro que los días de hacer la vista gorda ante la corrupción y el abuso de poder han terminado. “El líder que no esté listo para combatir la corrupción no será un aliado para Estados Unidos,” enfatizó, mientras que los gobiernos que estén “listos para tomar acción en ese tema de forma seria tendrán en Joe Biden un aliado.” Sobre el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua, González fue más rotundo en su evaluación: “las acciones del Gobierno de Daniel Ortega en contra de su propio pueblo, incluso usando francotiradores en contra de manifestantes pacíficos, son posibles crímenes de lesa humanidad,” dijo. Agregó que, si bien Nicaragua fue olvidada durante la administración anterior, será un foco de atención para Biden.
Por último, González señaló que “los aliados de Estados Unidos no son solo los gobiernos.” Las organizaciones de la sociedad civil que exigen más de sus gobiernos, el sector privado y la comunidad internacional son todos aliados con los que el gobierno estadounidense colaborará. “Usaremos todas las herramientas a nuestro alcance para empujar contra la corrupción y a favor de las instituciones democráticas de la región, que son la base del consenso hemisférico,” dijo.